jueves, 13 de marzo de 2008

¿Cuál de los candidatos es mejor para México?

O, dicho de otra manera, ¿con quién nos irá mejor? La primera respuesta que se me viene a la mente es que el candidato que puede tener una mejor relación con México es John McCain. El senador pertenece a un estado fronterizo, Arizona, así que está relacionado de una manera u otra con nuestro país. Además, con experiencia en temas de política exterior, así sea lo que se refiere a cuestiones militares, está preparado para dos temas que ocupan gran parte de la agenda bilateral (porque les preocupan más allá): los inmigrantes ilegales y el narcotráfico.

Sobre los inmigrantes ilegales ha mantenido una postura de aceptación. No en vano fue artífice de una propuesta, junto con Ted Kennedy (D-Mass) que daba varias salidas a los inmigrantes sin documentos: la posibilidad de regularizarse sin que su acto de entrada ilegal fuera criminalizada (que es lo más importante) y de ahí optar por pagar una multa para, eventualmente, conseguir la ciudadanía. Pero también estaba la opción del contrato de trabajo temporal para el sector agrícola y el de servicios. En la campaña, sobre todo en los primeros meses de 2008 resistió la tentación de dejarse llevar por los gritos anti-inmigrantes de Tom Tancredo y los que le siguieron. Eso habla de alguien que tiene convicciones y sabe lo que es un compromiso, porque se mantuvo en esa línea a pesar de que no ocupaba ninguno de los primeros dos puestos. En relación con el narcotráfico, Arizona es un estado donde el tema es cosa de todos los días y donde, si se quiere, se pueden poner importantes frenos al envío ilegal de estupefacientes.

Desgraciadamente, los demócratas siempre han sido más duros con México que los republicanos. Así que no hay mucha diferencia entre Hillary Clinton y Barack Obama. Es cierto que ella quiere renegociar el tratado -y a lo mejor a México no le vendría mal intentar negociar que haya más instituciones dentro del TLCAN y un fondo para el desarrollo de México, por exagerado que esto pueda parecer ahora- y que dijo que no daría licencias a los inmigrantes ilegales. También votó a favor de poner restricciones a los trailers mexicanos que se internen en Estados Unidos. Y siendo apoyada por los trabajadores/obreros, seguirá en esta tendencia. Sin embargo, dado que los latinos -en general- han sido un grupo clave para el éxito de Hillary y a que haya retomado fuerzas después de las primarias en Texas, es muy posible que busque balancear su postura con respecto a los asuntos que son importantes para los latinos. Pero no creo que mejore a McCain en ese aspecto.

Barack Obama perdió credibilidad con el asunto de hablar púbicamente de querer re-negociar el TLCAN y luego asegurar en privado que no lo va a hacer. Por otro lado, apenas tiene dos años y escasos meses como Senador en funciones. No hay mucho qué hacer. The Custom House (http://benmuse.typepad.com/custom_house/2008/02/how-have-clinto.html) indica que algunos temas se votaron cuando Obama todavía no entraba al Senado, pero que ha votado de manera casi idéntica a Clinton en los temas de libre comercio. En cuanto a cómo será en su relación con los hispanos, va a descubrir que la población afro-americana va a ser muy celosa y no podrá tener muchas concesiones con ellos, si no quiere ser acusado de traidor. Con respecto a México, me da la impresión de que será como fue Jimmy Carter. Es decir, bien intencionado y nada más. Obama presume de tener conocimientos de relaciones exteriores, pero éstos no lo vinculan para nada con México.