jueves, 17 de enero de 2008

Carolina del Sur y Nevada

Éstas son dos paradas antes del "SuperDuper Tuesday" o lo que algunos han denominado el "Tsunami Tuesday", que es el 5 de febrero. También está Florida, para los republicanos. De entre los 24 estados que tendrán primarias o asambleas partidistas (caucus) sobresale California. Lo interesante de esta etapa es que llegamos a estados que tienen un gran porcentaje de votantes hispanos o afro-americanos, por lo que era inevitable que el tema racial saliera a colación. Imposible no notar que Barack Obama tiene la piel mucho más oscura que los otros contendientes y ni modo de obviar que Hillary Clinton es la única mujer en la competencia por la Casa Blanca.

Los temas raciales son sensibles y pueden ahuyentar a los votantes. Así ha ocurrido con los afroamericanos, que están divididos entre Hillary y Barack, principalmente. Se espera que el "voto negro" se divida entre Obama, Clinton y Edwards en Carolina del Sur, pero puede que luego se vaya en masa hacia Obama, que es "uno de los suyos". Para los que no se enteraron, cuando Obama lanzó su candidatura, la mayoría de los líderes afro-americanos cuestionó si Barack Obama era lo suficientemente negro, de si tenía un pasado común con ellos. A fin de cuentas, quien lo educó fue su madre blanca y su padre es keniano, vive allá y lo abandonó a los dos años. Aparentemente, todo eso quedó atrás, una vez que Obama tiene posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca.

De los hispanos no se sabe todavía, pero es muy probable que también se dividan, sin olvidar que ha aumentado el número de latinos que vota por el partido republicano. Nevada nos permitirá una primera mirada a qué pasará con los hispanos. Barack ha usado el "¡Sí se puede!", que en México fue el grito de la oposición por mucho tiempo, pero que fue gritado primero por César Chávez, el hispano más notable y un luchador por los derechos civiles de los trabajadores agrícolas de origen mexicano. Lo que hasta ahora ha estado oculto es que hay una enorme rivalidad entre los afroamericanos y los mexicanos. Desde que los hispanos se volvieron la minoría más grande, los primeros empezaron a sentirse amenazados, como si el capital político que han ganado pudiera perderse. En los barrios, los "gangs" de afroamericanos atacan a los mexicanos que recién llegan a instalarse y muchos están en contra de una reforma migratoria que incremente aún más el número de mexicanos/hispanos en el mercado político. Si Hillary descubre esto, puede llevarse al electorado latino.

martes, 15 de enero de 2008

Michigan

Michigan
Gabriela De la Paz

Una vez más, Michigan presenta un escenario distinto al de otros estados, con un ganador distinto. Sus elecciones primarias, muy superficialmente, presentan el resultado que se esperaba de esta etapa: Hillary Clinton y Mitt Romney como los favoritos de los demócratas y republicanos, respectivamente.

El amplio margen obtenido por Hillary Clinton se ve opacado por el hecho de que ni Barack Obama ni John Edwards estuvieron en las boletas. Además de las intensas nevadas, muchos votantes se desanimaron porque sus candidatos no estuvieran representados y decidieron esperar hasta noviembre. Michigan no obtiene delegados demócratas ahora, pero si se levanta el castigo, tendría hasta 156 delegados. Del lado republicano ocurre algo similar, pero hasta ahora se le permiten 30, con la posibilidad de enviar un total de 57 delegados a la convención nacional.

Los demócratas se enfocan en Carolina del Sur, donde nació John Edwards, pero que tiene un alto porcentaje de votantes afroamericanos. Tras las controversiales declaraciones de Hillary sobre el papel de Martin Luther King, Jr. en la lucha por los derechos civiles, puede ser que pierda muchos votos. La contienda empieza a enfocarse en temas raciales, por lo que se espera que Barack Obama despunte, pese a que los Clinton tienen muchos seguidores entre los afroamericanos. Durante el gobierno de Bill Clinton, este grupo vio un incremento real en sus ingresos y le guardan lealtad, pero tal vez no perdonen esta afrenta a MLK. El voto negro estará muy dividido.

Después están California y Nevada. El voto hispano está igualmente dividido entre Obama y Clinton, como muestran los apoyos públicos de las asociaciones de cocineros y maestros. Bill Richardson anunció que se esperará hasta después del 5 de febrero para ver si da su apoyo públicamente a alguno de sus compañeros. Nuevamente, con lo cerrado que está la contienda, basta quedar entre los tres primeros lugares de una forma consistente de aquí al 5 de febrero para sobrevivir.

La victoria de Mitt Romney era esperada, ya que su padre fue gobernador de Michigan durante 3 períodos consecutivos, fue muy popular y Romney jugó la carta de hijo nativo. Se presentó como un heredero de las políticas de su progenitor, consiguiendo el voto de los conservadores y planteándose como un seguidor de Ronald Reagan y George Bush, Sr. Su discurso sobre la economía se centró en empleos, adecuado a la realidad local.

John McCain no pudo repetir la victoria de 2000. En un estado altamente industrial, con una gran tradición obrera, donde se han cerrado muchas fuentes de trabajo, no le ayudó alejarse del discurso de “víctima de la globalización”. El senador por Arizona aseguró que no era posible devolver los trabajos de antaño, pero que podía comprometerse a conseguirles otro tipo de trabajos. Real, pero impopular. Aún así, consigue delegados.

Mike Huckabee quedó en un distante tercer lugar, pero para él es un triunfo, ya que antes de Iowa pocos lo conocían. Se encamina a Florida con buenas expectativas, a pesar de que ahí es Rudi Giuliani puede despegar ahí.

Tanto para Hillary como para Romney una victoria tiene un gran valor simbólico. Sin embargo, sigue siendo una contienda muy cerrada, donde cada estado presenta un caso distinto. Hasta ahora, el conteo de delegados tiene empatados a Clinton y Obama (9), mientras que McCain (7) es puntero entre los republicanos. Esos son los números que cuentan pues así es como se decide la nominación del partido.