miércoles, 28 de mayo de 2008

Barack Obama y América Latina

Barack Obama puede estar más familiarizado con Asia que con América Latina. Sin duda, su historia personal así lo muestra, aunque su contacto con la cultura latina en los suburbios de Chicago no pude desdeñarse. El caso es que, siendo prácticamente el nominado de los demócratas para contender por la Casa Blanca, se ha dado cuenta que tiene que relacionarse con Latinoamérica para ganar las elecciones. En primer lugar, Barack Obama respetó las reglas de su partido y no hizo campaña en Florida (lo que no le impedía realizar estudios de las preferencias de los votantes), por lo que no sabemos a ciencia cierta cómo le iría con los hispanos. En segundo lugar, los hispanos del sur y el medio oeste de Estados Unidos han votado mayoritariamente por Hillary Clinton y, en este sentido, hasta ahora de poco le ha servido el apoyo de Bill Richardson.

La semana pasada, Barack Obama dio un discurso relacionado con América Latina (http://www.realclearpolitics.com/articles/2008/05/renewing_us_leadership_in_the.html) ante una audiencia de cubano-americanos en Miami, que por lo general votan por los republicanos. Sin embargo, nada es para siempre. Los cubano-americanos están muy politizados y votan para rechazar o aprobar algún candidato o una política. En 2000 se vengaron de Bill Clinton y el drama del niño Elián al no votar por Al Gore. Y en los últimos años han estado en desacuerdo con las políticas de George W. Bush hacia Cuba. Pero cabe recordar que si hay un sector del electorado estadounidense que es cambiante, que no está unido y que jamás vota en bloque, son precisamente los hispanos. Tradicionalmente los cubanos, puertorriqueños y dominicanos votan por los republicanos(la mayoría), mientras que los mexicanos, salvadoreños y hondureños votan por los demócratas.

Pues el discurso de Obama sobre América Latina es una crítica a la negligencia de la política exterior de Bush hacia la región y, de paso, un aviso de que John McCain no hará grandes cambios (en otras entregas analizaremos la relación México-Estados Unidos de acuerdo con la trayectoria de John McCain). Especialmente, a no enfrentar el reto que ha planteado Hugo Chávez y que le ha dado la completa libertad para aliarse con Irán. También sobresale la crítica al unilateralismo de Washington (que no ha sido exclusiva del actual presidente y tampoco de los republicanos).

En relación a Cuba, Obama se aprovecha del descontento que generan las restridciones a los viajes y envíos de dinero a la isla. Con respecto a Colombia ofrece un total apoyo al gobierno de Uribe y toma nota de cómo las FARC están apoyadas por los gobiernos vecinos (Venezuela y Ecuador). También hace eco de la inseguridad que crean las maras, la necesidad de apoyar la justicia en México frente al narcotráfico. Es interesante que habla de sacar de las sombras a 12 millones de indocumentados en Estados Unidos, pero no dice qué les ofrece a cambio.

Dadas las perspectivas de este discurso, Obama aparenta un entendimiento de los problemas de la región y una cierta empatía hacia sus necesidades y la visión que se tiene hacia Washington. Es interesante notar que no habla del TLCAN y lo que vendrá después de 2010, no hay una oferta de renovarlo, ni de tener una relación especial con ningún país de manera específica. Desgraciadamente, el enfoque hacia el narcotráfico es el mismo que el de todos sus predecesores y falla en entender el gran papel que juega el consumo de drogas en Estados Unidos para mantener vivo el negocio. Aunque apoya el "enough is enough" de Felipe Calderón hacia el envío ilegal de armas y dinero a México, no ofrece más que palabras.

En repetidas ocasiones, Obama se autoproclama como heredero de Franklin Delano Roosevelt y que seguirá su política de "freedom from fear" pero aplicado a Latinoamérica. FDR en su política del "Buen Vecino" fue tan unilateralista como otros y siguió siempre los intereses de su país antes que los de la región (Obama hará lo mismo), pero lo mejor fue su política de no intervención y no interferencia (y que la Gran Depresión y la segunda guerra mundial lo tuvieron muy ocupado). Por su bien, y el nuestro, espero que al igual que FDR tenga un Cordel Hull y un Edward Stettinius en el Departamento de Estado y que escoja bien a sus embajadores en la zona.