sábado, 10 de mayo de 2008

¿Debe abandonar Hillary Clinton su lucha por la Casa Blanca?

Muchos analistas opinan que sí. Que, ante la cantidad de delegados que Barack Obama lleva acumulados, que es lo que debe hacer. Si tomamos en cuenta los casos de Rudi Giuliani (que prácticamente no compitió), John Edwards y Mitt Romney, además de los otros aspirantes que salieron antes del 5 de febrero, es lo que han hecho todos, excepto Mike Huckabee. Pero también es cierto que muchos de ellos sabían que tenían 1% de posibilidades de quedar nominados y se lanzaron para ganar prestigio y ser considerados como potenciales candidatos a vicepresidente (Edwards y Richardson, especialmente).

Hay quienes afirman que los ataques de Hillary dañan a Obama y al partido. Curiosamente, no opinan que si Obama ataca a la senadora, le hace daño a ella y al partido. Es un doble estándar que no comprendo. Cierto, ella ha sido muy dura y muy frontal. Pero los ataques de Obama son sutiles y sumamente eficaces. De no ser así, sería ella quien llevara la delantera.

Día a dia se complican más las cosas para Hillary Clinton. Cada anuncio de un superdelegado que se decanta por Barack le dificulta la tarea. Como en Ohio, Texas y Pennsylvania, en West Virginia y Kentucky tiene que sacar un margen enorme de ventaja, previendo que Oregon le será adverso. Es difícil saber cómo votarán los puertorriqueños, aunque hay quienes dicen que ella ganará ese "estado-libre asociado" y otros no descartan que sea el senador por Illinois. Finalmente, hay quienes esperan que para cuando sea el turno de Montana y Dakota del Sur, ya quede sólo un(a) candidato(a). Pero ya no se puede predecir nada.

Tampoco podemos olvidar que todos los que escribimos blogs, artículos de opinión, quienes dan entrevistas en los medios de comunicación, analistas, etc., tienen un prisma particular. Y hay quien quiere ver a los Clinton fuera del escenario político. Del lado de los delegados, es Obama el que queda en deuda con los superdelegados que le dan su apoyo públicamente. Con los Clinton únicamente pagan una deuda pendiente.

Si Barack Obama quiere que Hillary Clinton abandone la contienda, debe ofrecerle una salida digna. El puesto de vicepresidente es una opción discutible, hay quien piensa que eso le daría la oportunidad de contender en el 2012, aunque si Barack llegara a la presidencia, siendo tan joven (y tan ambicioso), lo lógico es que quiera postularse para la reelección y el 2016 es ya muy lejano para Clinton. Probablemente debe ofrecerle el control del Congreso, de majority whip (que está determinado por los resultados de las elecciones) y ella debe trabajar por convertirse en una senadora legendaria, que sea un referente para su partido. En las décadas pasadas, numerosos senadores demócratas gozaron de un poder en el Congreso que era equiparable al del Presidente y ése podría ser su caso. También podría optar por la gubernatura de Nueva York. Es decir, su futuro no se termina aquí.

No sólo eso, Barack Obama tiene que ganarse a la base de votantes de Hillary Clinton y para ello tiene que llegar a un buen acuerdo público con su contrincante, para que ella, en cierto modo, "se los pase". Hillary sigue teniendo una buena cuota de apoyo que no puede sentirse menospreciada por el partido demócrata (votarían por McCain). It takes two to tango...

miércoles, 7 de mayo de 2008

La brecha

El resultado de las primarias de ayer fue totalmente previsible: Hillary Clinton predominó en Indiana, con el 50.9% de los votos y Barack Obama ganó en Carolina del Norte, con el 56.2%. La contienda sigue igual que antes. Hillary intentará obtener alguna victoria -tratando de obtener un mayor margen- en los siguientes estados, mientras que Barack cosechará delegados, con miras a la Convención Nacional.

Una mirada a los mapas nos demuestra que Clinton ganó en la mayoría de los condados de Indiana, pero perdió en las grandes ciudades. En Carolina del Norte, ambos candidatos se dividieron casi a la mitad al estado, pero además Obama venció en las ciudades más pobladas.

Es interesante que haya sido hasta esta etapa final donde Hillary Clinton esté emergiendo con más fuerza y que finalmente se haya desbaratado la Obamanía. En una contienda electoral, tiene más posibilidades de ganar quien pone el tono y los temas del discurso. Obama ganó mientras la palabra "cambio" llegó a prevalecer hasta en los debates de los republicanos. Hillary está obteniendo victorias cuando se ha visto que el discurso post-racial de Obama es una falacia, que el candidato tiene sus fallas como cualquier otro (derivados de su error de juicio al haber escogido como pastor al reverendo Wright), pero si Obama sigue cosechando victorias, los delegados seguirán yéndose a su lado.

Los demócratas muy probablemente elijan a Barack Obama como su nominado a la candidatura por la Presidencia, ya que temen perder el voto de los afro-americanos que se les está dando en una cantidad del 90% como mínimo. Sin embargo, esto sería un error. En las elecciones de 2004, George W. Bush tuvo menos del 20% de votos de los afroamericanos, así que éste es un voto cautivo. Sin embargo, el partido se arriesgaría a perder a ese frágil cúmulo de votantes, los "Reagan Democrats" que se verían seducidos fácilmente por la propuesta de John McCain y que Obama no podría retener. Son ellos, los votantes blancos, los de cuello azul, los de los pueblos, los jubilados y los hispanos (que no acaban de asentarse en este partido) los que están en juego, no los afroamericanos. Desde que se aprobó el Acta de Derechos Civiles de 1964 han estado moviéndose hacia el lado republicano, así que en el 2010 los republicanos volverían a tener el control del Congreso. En cuanto a la campaña como tal, a partir de septiembre veríamos una repetición de la campaña Kerry-Bush, pero ahora en la versión Obama-McCain. Escoger a Obama es una obligación porque ha acumulado el mayor número de delegados hasta ahora, pero sinceramente dudo que sea el camino seguro a la Casa Blanca. Me encantaría verlo como el primer Presidente negro de la historia estadounidense, pero creo que el costo para el partido demócrata sería muy alto.