viernes, 4 de julio de 2008

John McCain y América Latina

El viaje de John McCain a Colombia y México es un acto inusitado para una campaña presidencial. Normalmente la política exterior, a menos que se trate de un tema como la guerra en Iraq, no es uno de los temas principales. Mucho menos se estila viajar al extranjero, como no sea a una zona en conflicto, o a Inglaterra o Canadá.

Pero Latinoamérica dará de qué hablar. Por un lado, está el libre comercio, específicamente, el acuerdo con Colombia, y el TLCAN, que algunos insisten en que debe revisarse. Recordemos que uno de los “errores” de McCain en las elecciones primarias de enero fue decirles a unos ex empleados de una armadora de coches que los empleos que habían perdido a causa de la globalización no van a volver. Triste, pero cierto.

John McCain favorece los acuerdos de libre comercio, pero para muchos la relación libre comercio/empleos nacionales es un juego de suma-cero. Por lo tanto, al viajar a dos países tan controversiales como el nuestro y como Colombia está tomando el riesgo de ser percibido como alguien que prefiere crear empleos fuera de Estados Unidos. Sin olvidar que México y Colombia son dos aliados de Estado Unidos en la lucha contra el narcotráfico y que se distinguen de sus vecinos en la región por no tener gobiernos de izquierda. Que McCain haya estado en Colombia justo cuando se liberó a Ingrid Betancourt y a tres militares estadounidenses es una coincidencia que hace que se resalte el tema de la seguridad nacional en la relación bilateral. Un plus para McCain.

Por cierto, el tema migratorio estará presente. McCain ha apoyado fuertemente, aún a costa de su popularidad, que haya una reforma que permita el esquema de trabajadores temporales, e incluso una vía a la ciudadanización. Cuota de por medio, exámenes de por medio, no importa. Es una garantía de que tiene sensibilidad ante el asunto y que no cede a presiones de lo que marquen las encuestas.