domingo, 23 de noviembre de 2008

Receso

A partir de hoy este blog entra en un receso. Volveremos EN ENERO DE 2009 con nuevas ideas de cara a la futura Administración Obama y el destino de Norteamérica. Agradecemos mucho su atención y esperamos que nuestros próximos proyectos sean de su interés.

¡Hasta pronto!

Gabriela De la Paz

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Hillary Clinton para Secretaria de Estado?

En Estados Unidos normalmente no se conoce quienes ocuparán los cargos más importantes de la Administración siguiente antes del 20 de enero. Hay rumores, como es natural, pero nada que se confirme abiertamente, por respeto al Gabinete en funciones. Este año, la excepción se justifica porque "la crisis" obliga a que el actual Presidente y su equipo ponga en antecedentes lo antes posible al Presidente electo y su gente. En este sentido, Obama ha creado un equipo de transición, que, al estar compuesto de muchos funcionarios que trabajaron para la Casa Blanca de Bill Clinton, se especula que podrían repetir el cargo. Especialmente, Larry Summers, que estuviera en el Departamento del Tesoro. Hoy ha trascendido que Eric H. Holder, un antiguo Clintonita, sería nominado por Obama para ocupar el puesto de Fiscal General (sería el primer afro-americano en este cargo).

Pero lo que más ruido ha causado es que Obama se ha reunido con sus dos ex-rivales: John McCain y Hillary Clinton. Con McCain probablemente se llegó a algún acuerdo que permita mostrar que los dos son verdaderos políticos bipartidistas. Con Clinton se habla de que le habría ofrecido ser su próxima Secretaria de Estado. Esto se puede ver como una buena idea, que también podría enmendar lazos al interior del Partido Demócrata. Hillary es bien vista fuera de Estados Unidos y ofrecería lo mejor de ambas presidencias en beneficio de su país. Además, es una mujer muy disciplinada, que sin duda pondría orden en el Departamento de Estado.

El problema sería que Joe Biden tiene experiencia en política exterior y querría tener una voz en el tema. Lo mismo ocurriría con la persona que ocupe el puesto de Asesor de Seguridad Nacional. Ahí habría un conflicto de intereses que en el pasado, es decir, en la Presidencia de Carter, (cuando el VP no se ha involucrado) ha costado muchos errores. Por otro lado, Barack y Hillary no son buenos amigos, por lo que ella tendría que relacionarse con él a través de los canales tradicionales de la burocracia de la Casa Blanca, por lo que al exterior ella perdería poder de negociación. Un interlocutor externo no sabría hasta dónde habla con ella y hasta dónde habla con el Presidente a través de ella.

También está el problema de Hillary Clinton misma. Su carrera en el Senado podría ser más larga y más fructífera que como Secretaria de Estado. Podría tener mucha exposición pública, podría refrendar lo que ha conseguido hasta ahora como una senadora efectiva, con buenas relaciones a ambos lados del pasillo y alguien que podría heredar el liderazgo de Ted Kennedy en unos años más. Continuando como senadora puede aspirar a la presidencia en 2012 ó 2016, pero no sería el mismo caso si se lanzara desde el Departamento de Estado, como no ocurre desde el siglo XIX. Por otro lado, está el tema de Bill Clinton, su fundación privada y los lazos que tiene con compañías y gobiernos extranjeros. Aquí hay un conflicto de intereses demasiado gordo como para que la gente de Obama cierre los ojos para ver que Bill Clinton sería un problema. Aunque el Wall Street Journal ha dicho que el ex Presidente piensa colaborar con Obama y no obstaculizar la carrera de su esposa, lo cierto es que Hillary Clinton como Secretaria de Estado podría no ser una idea tan buena como parece en un principio. Pero es una decisión de la que nos enteraremos en los próximos días.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Altas expectativas

Desde 1933 no ha habido un momento más difícil en la historia de Estados Unidos. Y ser Presidente en estos momentos es como sacarse la rifa del tigre. Con los mercados inmobiliario y de valores en mal estado, el Medicare, dos guerras en el exterior y una recesión mundial en puertas, entre otros problemas, parecería que no es el momento ideal para llegar a la Casa Blanca. Pero los americanos han elegido a un líder que los ha inspirado a un cambio, que se espera que sea en las políticas de la Administración Bush que tanto le han costado a este país. Barack Obama llega al poder con un buen capital político ganado por su excelente campaña, su mensaje sobre el cambio y por el optimismo que está generando que sea el primer presidente afro-americano. Es, en muchos sentidos, una vuelta al pasado, a los años en que John F. Kennedy provocó optimismo y atracción en millones de personas.

Pero los retos que enfrenta Obama son superiores a los que tuvo Kennedy, con todo y la Crisis de los Misiles. Nada en la historia personal del senador de Illinois lo ha preparado para esto y él lo sabe, así que se ha rodeado de gente con experiencia. Muchos de ellos fueron figuras prominentes en el Gabinete de Bill Clinton y los últimos rumores incluso hablan de pláticas entre Obama y Hillary Clinton para ofrecerle el puesto de Secretaria de Estado.

También las recientes encuestas muestran un gran apoyo y entusiasmo por la presidencia de Barack Obama. Su índice de aprobación como presidente electo es del 68%, superando el 60% de Clinton en 1992. Esto es, que cuenta con el respaldo de la gente, por lo que ante cualquier estorbo en el Congreso puede aplicar la técnica de "going public". Este amplio apoyo le servirá mucho para los enormes retos que le esperan porque las expectativas que su presidencia ha generado son muy altas y el costo de decepcionar a la gente son todavía mayores. Además, Estados Unidos no se puede dar el lujo de fracasar a estas alturas.

viernes, 7 de noviembre de 2008

¿Qué le espera a México con la presidencia de Barack Obama?

Después de ocho años de gobierno republicano, nos toca ver un reajuste de las piezas en Washington. Aunque el análisis estaría completo con los nombres de quienes ocupen las posiciones más importantes en el gabinete de Barack Obama, tenemos que considerar que manejar una campaña no es lo mismo que gobernar (y para gobernar hay que dejar de hacer campaña).

Es decir, no todo debe ser optimismo pese a lo histórico de esta elección y la extraordinaria habilidad de Obama para los discursos. Que no se nos olvide que sus promesas no fueron hechas para los mexicanos sino para los estadounidenses, como la de los empleos y el libre comercio. Ésas son malas noticias para nosotros. Previo a las primarias de Ohio y Texas, Obama aseguró que buscaría que más fuentes de trabajo se quedaran en Estados Unidos y habló en contra de una renegociación del TLCAN, dado que en 2010 es la última fase de la apertura y no hay un futuro claro sobre lo que pasará con este acuerdo. Tampoco podemos olvidar que, pese a que votó a favor de ratificar un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Perú, no ratificó el de Colombia y se opone a darle más ayuda a ese país para combatir el tráfico de drogas. Eso es una pésima noticia. Barack Obama carece de la experiencia y el conocimiento sobre los temas de la frontera y de la relación con México. El nuestro es un país que no ha visitado y cuando tuvo la oportunidad de viajar al exterior para mostrarse como Comandante en Jefe, o Ejecutivo, voló a Europa y el Medio Oriente. Creo que eso debe ser suficiente para que nos quede claro por dónde irán sus prioridades. Por otro lado, durante su carrera política no ha tenido mucho qué ver con comunidades mexicanas, excepto la gran comunidad mexicana de Illinois, pero aún asi, el acercamiento fue con los que son méxico-americanos.

Sin embargo, podríamos esperar que unas fueron las cosas que dijo durante esa elección primaria y otras las que puede hacer. Como Presidente, sus acuerdos comerciales deben recibir el visto bueno del Congreso y la ratificación depende de esta institución, no de él, pero le corresponde ser el principal impulsor del proyecto. Que tenga mayoría demócrata no le va a ayudar mucho. Es decir, puede ser que los primeros días haya una luna de miel, pero es inevitable que se busque medir fuerzas con la otra rama del poder supremo estadounidense. Y la lealtad partidista tampoco está garantizada. En 1993, Bill Clinton tuvo como aliados a los republicanos en la lucha por la ratificación del TLCAN y tuvo que negociar arduamente con sus propios correligionarios. Y eso que la situación económica entonces era mucho mejor que la de ahora.

No obstante, Barack Obama ha dado pruebas de un liderazgo formidable. A pesar de su corta carrera política, supo cómo arreglárselas para hacer a un lado a viejos lobos de la lucha por los derechos civiles como Jesse Jackson y Al Sharpton. Simplemente eran gente que representaba una visión que se está quedando obsoleta. Obama tiene ahora un liderazgo que no tuvo Bill Clinton en su tiempo. Pero, al igual que John F. Kennedy (otro senador novato), cuenta con un viejo zorro del Senado: Joe Biden, Jr., así que lo conveniente aquí sería que recayera en Biden para negociar con el Senado y apoyarse fuertemente en Hillary Clinton y en John McCain, que puede convertirse en uno de sus mejores aliados de hoy en adelante, como pudimos apreciar en su magnífico discurso de concesión.


A México le conviene extender la mano y aprovechar el inicio de la gestión de Barack Obama para proponer un borrón y cuenta nueva. Pero no puede esperar más de Barack Obama de lo que han sido los últimos cuatro años de George W. Bush. El precedente es que Bill Clinton hizo su primera visita oficial a México hasta su segundo período presidencial. Estados Unidos no puede ignorar a México y México no puede vencer sus principales problemas sin la ayuda de Washington. Por la importancia de la crisis económica no se habló de la inmigración y de los problemas que el narcotráfico le plantea tanto a México como a Estados Unidos. Ésa es una realidad que tendrá que afrontar el nuevo Presidente y va a hacer mal si continúa la línea de Nancy Pelosi en recortarle los fondos a la ayuda con México. Ahí sí que me gustaría ver un cambio en el que pueda creer. ¡Sí se puede!

martes, 4 de noviembre de 2008

Una victoria histórica

La victoria de Barack Obama marca un importante cambio generacional en Estados Unidos, como ocurrió con Bill Clinton en 1992. No sólo por la edad (47 años) sino porque se deja atrás a la generación de Baby-boomers a la que pertenecen los padres de Obama, Bush y los Clinton. Que una minoría llegue al poder en Washington es un gran paso. Que haya negros o hispanos en cargos públicos en sectores de mayorías blancas no es nuevo. En este sentido, Obama sólo sigue una tendencia que empezó hace algunos años. Pero su triunfo es una señal de que algo muy grande ha cambiado en el movimiento de los derechos de los negros: Obama tiene una nueva actitud que ha logrado añadir a su causa a más blancos de lo que nunca pudo Jesse Jackson, quien ha tenido que dar un paso atrás y ceder la estafeta, como muestran los datos de su avance en el voto de hombres y mujeres blancos (5% más que Kerry en 2004).

Aún así, Obama perdió en el Deep South, donde los negros son mayoría y 2/3 de los evangélicos votaron a los republicanos. Es decir, pese al triunfo de Obama el racismo no ha muerto. Se ha dado un paso muy importante al elegir al primer presidente afroamericano, pero eso no termina con la desconfianza y la férrea oposición que enfrentan los demócratas en esta zona. Es increíble que ni siquiera después del desastre administrativo y humanitario que fue el manejo post-huracán Katrina, los demócratas no puedan ganar una elección presidencial en esta zona (aunque les va mejor en elecciones para gobernador, senadores, alcaldes y representantes).

Por otro lado, no hay que olvidar que ésta es una generación acostumbrada a la tecnología cambiante. Los celulares, Facebook, YouTube, la página de internet de Obama y Biden sirvieron para recaudar casi 600 millones de dólares, registrar votantes y apelar al voto, usando al máximo la forma de comunicación de hoy, una herramienta que sus adversarios no pudieron usar con la misma destreza y que los nuevos votantes manejan a la perfección. Por ejemplo, el sitio de Obama era más completo que el de McCain y la información se conseguía más fácilmente. Pero que Obama haya renunciado al uso de dinero público manda al traste la ley McCain-Feingold que trataba de impedir que las empresas, los lobbies y "los grandes intereses" controlaran la política electoral es un gran retroceso. Aunque se dijo que el dinero de la campaña de Obama provenía de los pequeños donantes, la BBC aseguró que en realidad ocurría lo contrario. Que Obama no haya usado financiamiento público también obliga a un cambio en las reglas electorales, aunque queda por ver cómo. La mayoría de los legisladores en ambas cámaras no saben usar bien el internet, así que sus auxiliares, jóvenes en su mayoría, serán los que dicten las reglas al respecto.

En relación a la economía, el colapso financiero obliga a renovar las reglas y los compromisos con las empresas y la clase media. La inspiración que genera el carisma de Obama debe dar paso a una aportación a la cultura americana y deje su marca en los próximos años, renovando al capitalismo como debió haberse hecho desde 1989. No es aventurado decir que cada crisis económica en el mundo desde esa fecha a la actualidad pedía a gritos una renovación de ideas y estándares, después de todo, que el comunismo fracasara en Europa no significaba que el capitalismo triunfara. El "triunfalismo" que Estados Unidos vive desde entonces tiene que llegar a su fin.

Este cambio no es sólo alternancia política. La presidencia de George W. Bush ha causado un enorme daño al país de tantas maneras que los peores pronósticos que se hicieron en 2001 han sido superados con creces y para revertirlos se necesita algo más que un presidente demócrata. El partido republicano tiene que analizar sus fallos y moverse hacia el centro. Tiene que aportar mejores ideas y hacer una campaña basada en ellas, no en ataques. McCain es un excelente senador, cuya trayectoria desapareció una vez que la crisis financiera se convirtió en un lastre que arrastró a su campaña a esta derrota. Que haya perdido esta noche no significa que su carrera haya terminado. Al igual que Hillary Clinton, tiene un futuro en el Senado, logrando acuerdos bipartidistas. Que los demócratas tengan mayoría en el Congreso no singifica un "final feliz" ni una luna de miel con Obama. Los que le ayudaron a ganar las elecciones primarias pueden empezar a cobrarse el favor a partir del 20 de enero.

Las expectativas que creó Obama son muy altas y eso es delicado porque la promesa de cambio se convierte en un reto que se pondrá a prueba en política exterior, economía y seguridad social muy pronto. Su derrota en el sur marca una frontera que tiene traspasar a base de buen gobierno. Que las mujeres no hayan llegado a la Presidencia o la Vicepresidencia en 2008 significa que hay una barrera muy fuerte que tiene que romperse. Ojalá que muy pronto y ojalá que con una excelente candidata.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Los indecisos

La mayoría de la gente sabe por quién va a votar SEMANAS antes de los comicios. Sin embargo, se queda por ahí un porcentaje aproximadamente del 10 al 15% de indecisos. En las elecciones primarias demócratas, eran los que en el último momento votaron por Hillary Clinton. Este año, cuando se espera que cerca de 130 millones de personas voten mañana (o que hayan votado anticipadamente), los indecisos pueden inclinar la balanza hacia cualquier lado en Carolina del Norte (15 votos electorales), Ohio (20), Missouri (11), Colorado (9), Nevada (5), Indiana (11), Pennsylvania (21), Virginia (13) y Florida (27). Todos éstos son estados donde ganó Bush en 2004, pero que ahora se dividen (prácticamente) entre John McCain y Barack Obama.

Entre los indecisos suelen estar muchos que están registrados como "independientes" y que, en muchos casos, desconfían de ambos extremos del espectro político. Así que puede que vean a John McCain como muy de derecha y/o a Obama como muy liberal. Si son partidarios del gobierno al mínimo, votarán por McCain. Especialmente porque el tema de la redistribución de riqueza que se dice que propone Obama le pone los pelos de punta a este grupo de personas. Pero la mayoría puede que se incline por Obama, sólo porque se ha mostrado más sereno e inteligente que McCain, por lo menos en lo que a la elección de VP respecta.

Claro, está el "Efecto Bradley", con encuestas que le dan un margen de ventaja a Obama de hasta el 13%, pero precisamente por eso no podemos olvidar que las encuestas se equivocaron hasta el cansancio en las elecciones primarias de los dos partidos. Pero más bien veremos un "Efecto Obama". La cantidad de gente en los mítines de Obama sobrepasa con creces los asistentes a los eventos de McCain y Palin (y estoy dejando fuera los town halls). Lo cierto es que en los próximos días podremos sacar conclusiones interesantes de una campaña que añade nuevos elementos: un candidato a presidente afroamericano, una candidata a vicepresidente republicana, el internet, cerca de 10 millones de nuevos votantes y muchos de ellos muy jóvenes, una polarización en aumento.

Y, no podemos olvidar que más dinero para gastar no se traduce en una victoria (Kerry recaudó más que Bush en 2004). Además, no necesariamente el candidato que obtiene más votos populares consigue los famosos 270 votos en el Colegio Electoral. Y, en este sentido, el margen de victoria, en número de votos puede ser ridículamente pequeño.

De modo que, lo único seguro es que mañana se rompan récords de votación en Estados Unidos. La gente siente que su voto es crucial para que gane su candidato, así que saldrá a votar. La cosa es que mañana es un día laboral, habrá largas filas y esperamos que no escaseen las boletas, que funcionen bien todos los mecanismos de votación y que la jornada transcurra tranquilamente.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Por qué puede ganar Obama:

De acuerdo con James Carville (el que dirigió la campaña de Bill Clinton en 1992), por lo siguiente:

La primera es que la administración de George W. Bush ha sido pésima y el estado de la economía refuerza esta impresión, lo que facilita la opción demócrata. Ha sido sencillo vincular a John McCain con Bush, desbaratando su campaña de “rebelde” y utilizando su propia trayectoria en su contra. El mensaje central, el “cambio” ha sido fácil de entender y sostener a lo largo de estos meses, con lo que llega mejor al votante. Es decir, como ocurrió con Kerry en 2004, si el candidato acepta las etiquetas que le cuelga su adversario, está perdido. McCain perdió la etiqueta de "rebelde" y su "yo no soy Bush" parece llegar demasiado tarde.

Obama y sus seguidores han utilizado el internet como nadie para hacer campaña a través de videos y comerciales, registrar votantes y recolectar una impresionante cantidad de dinero. Uno de los indicadores más sólidos está relacionado con la recaudación. Donar dinero a un candidato, la cantidad que sea, equivale a hacer una apuesta por alguien. Esto le permite pagar más anuncios de TV que casi están sepultando la campaña de McCain en zonas en disputa sin que éste pueda responderle. Hoy en día, McCain ha agotado su dinero (también hay que ver que McCain sí se sujetó a las cantidades oficiales estipuladas por la FEC y Obama, no).

A sus 47 años, Obama sería el primer presidente de la Generación X, por lo que no tiene los mismos problemas que sus predecesores. Es producto del liberalismo de los años 60, como lo demuestra su origen mestizo, que también le da una visión más amplia sobre la cuestión racial. A propósito, al resistir la tentación de basar su campaña en sobre la raza y lanzarse como un candidato “de todos”, ha logrado trascender, con cierto éxito, el espectro de identidades étnicas, aunque todavía no sabemos hasta qué punto. El temido "Efecto Bradley" nos hace temer que el margen de las encuestas no sea tan alto, pero eso lo sabremos el martes.

Asimismo, la mayoría de las encuestas sitúan a Obama entre 4 y 12 puntos arriba de McCain, a nivel nacional. Con todo y el “margen de error”, a estas alturas, es casi imposible que McCain pueda cerrar la brecha. Además, los cálculos sobre votos electorales le auguran una victoria abrumadora a Obama.

Pese a su juventud e inexperiencia, Obama ha mostrado inteligencia y un mejor control de sus emociones que John McCain, que tiene un fuerte temperamento. Barack ha mantenido un discurso serio y mesurado en medio de la debacle financiera, enfocándose en cómo resolver los problemas, sin profundizar en los detalles, que en atacar a su rival.

Una señal de su buen juicio es su elección de Joe Biden como su vicepresidente. Biden carece totalmente de carisma y no le ha sumado muchos votos electorales, pero tiene la experiencia que a él le falta y aunque no le sume muchos votos, tampoco se los resta. Sin duda, está preparado para ser presidente. Aunque no genere tanta atención como Sarah Palin, su desempeño en la campaña es aceptable.

Si bien durante la contienda contra Clinton, el joven senador ganó en los sectores más poblados y urbanizados, en las últimas semanas ha logrado acercarse a los votantes de la clase obrera y media (gracias a Biden) que se le habían escapado hasta ahora aún en estados típicamente republicanos, como Carolina del Norte o, probablemente, Pennsylvania. Y esto lo ha logrado con un ejército de voluntarios en todo Estados Unidos que tienen energía de sobra para buscar votos para él.

Barack Obama ha obtenido el apoyo de varios medios importantes, incluyendo The Chicago Herald Tribune, que por primera vez respalda a un demócrata y no es el único que quiere hacer historia. Ha cuidado los detalles al máximo y se ha enfrentado a sus críticos con magníficos discursos sobre patriotismo, raza y religión, por ejemplo, que generan entusiasmo. Pero, sobre todo, porque parece ser que su campaña ha hecho una mejor lectura del estado del país y de su gente y eso suele convertirse en una victoria.

viernes, 31 de octubre de 2008

¿Puede ganar John McCain?

Según Karl Rove, sí. Por las siguientes razones:
Todavía hay quienes se resisten a votar por un candidato negro y le mienten a los encuestadores para no pasar por racistas. Algunos creen que Obama es musulmán y tiene lazos con terroristas (no islámicos) como William Ayers. Los votos de los estados del centro y el sur de Estados Unidos suelen ser para el partido republicano y la elección se decide por votos electorales, no populares. Cada estado aporta 3 ó 5 votos electorales, pero son muchos estados. McCain sólo tiene que ganar donde ganó Bush en 2004 y añadir uno o más. En los últimos años los márgenes de victoria han sido muy reducidos. Los sistemas de voto pueden fallar, ya sea a través de computadoras o boletas, como ocurrió en Florida en 2000 y los votos a favor de Obama pueden esfumarse en estados críticos. Se cree que las ciudades grandes votan por los demócratas y los pueblos, por los republicanos. El mapa electoral es mucho más complejo: los suburbios tienen distintas preferencias que no siempre se reflejan en estos cálculos. Sarah Palin, si bien ha sido algo polarizante, ha logrado energizar a los republicanos de bajos ingresos: Joe Sixpackers, las hockey/soccer moms, la clase obrera, los evangelistas y pro-vidas, etc., que dudaban de McCain. Se han introducido iniciativas de ley sobre el matrimonio homosexual en estados indecisos, para que la gente cambie a favor del candidato conservador en el último minuto. Esto le funcionó a George W. Bush en 2004. La teoría dice que el candidato del establishment es el que gana siempre. Aunque haya quienes no estén de acuerdo en todo con McCain o con Palin, los republicanos son más disciplinados y para ellos es peor votar por un “liberal”. La trayectoria personal cuenta, a pesar de los “erráticos” giros que se hayan dado en la campaña. McCain es un moderado y tiene un sólido pasado bipartidista. Tal vez la etiqueta de “rebelde” se haya desgastado, pero ha mostrado un juicio y una entereza que Obama le envidiaría. Aunque el estado de la economía y el descontento con la Administración Bush favorecen a los demócratas, éstos son los peores enemigos de sí mismos y pueden perder la elección. Así ocurrió con Jimmy Carter en 1980 y Michael Dukakis en 1988. Pese a que la intención de voto favorezca a Obama, la elección es un martes, día laborable y la mayoría de los que votarán por él sólo tendrán una hora para hacer fila, votar, comer y volver al trabajo. Para evitarlo, están optando por el “voto temprano”, que es una fecha distinta al día oficial, para quienes el 4 de noviembre no pueden acudir a las urnas. Su fórmula incluye una gobernadora del norte y un senador del sur, respetando el equilibrio político del país, la de Obama, no.

miércoles, 29 de octubre de 2008

El Colegio Electoral: tan importante y tan desconocido

La euforia de las elecciones primarias todavía se siente. Pero se nos olvidan pequeños detalles que son muy importantes: los 18 millones de votos de Hillary Clinton no sirvieron de nada frente a los 2195 delegados y superdelegados que conquistó Barack Obama y que le permitieron contender por la Casa Blanca.

La gran popularidad de Barack Obama nos hace olvidarnos de que no basta el voto popular para ganar las elecciones. Es más, como Al Gore no puede olvidar, no necesariamente el que gana los votos populares es el que consigue los votos electorales. De modo que, aprovecho la ocasión para hacer un repaso de esa institución tan rara que es el Colegio Electoral, para que luego no haya sorpresas:

Cada estado tiene un número de electores en el Colegio Electoral que es igual al total de sus senadores en el Congreso (siempre son 2) y sus representantes, que éstos se determinan por el tamaño de la población del estado. Técnicamente, los americanos votan por los electores, no por el candidato.
California, el estado más grande, tiene 55 votos electorales. Algunos estados tienen sólo 3 votos (que es el mínimo garantizado).
Hay 538 electores en el Colegio Electoral. En todos los estados, excepto en Maine y Nebraska, el Colegio trabaja en una base de “el que gana se lleva todo”. El que gana el voto popular en un estado consigue todos los votos del Colegio Electoral en ese estado.
Para convertirse en presidente, un candidato necesita 270 votos en el Colegio Electoral. El candidato ganador no necesita conseguir el voto popular nacional.
El Colegio electoral surge porque cuando se fundaron los Estados Unidos, era imposible hacer una campaña nacional, dado el sistema de comunicaciones de la época; los estados siempre han sido muy celosos de sus derechos; los partidos políticos desconfiaban y se temía al voto popular.
Los redactores de la Constitución en 1787 rechazaron tanto la elección del presidente por el Congreso –por la separación de poderes- como la elección por voto popular directo, debido a que la tente podría votar por su candidato local y los estados grandes podrían dominar.
Otro factor fue que los estados sureños favorecían el sistema colegial. Los estados no tenían votos, pero contaban como 3/5 de una persona para calcular el tamaño de la población de un estado.
La idea original era que sólo los grandes y buenos en cada estado formarían los electores en el Colegio Electoral. Con los años el Colegio se ha modificado para reflejar la voluntad popular.
Ventajas:
El sistema del Colegio Electoral es respetado por sus raíces históricas y porque generalmente refleja el voto popular. TAmbién otorga más peso a los pequeños estados –uno de los pesos y contrapesos que la Constitución americana valora.
Por ejemplo, el estado más grande, California, tiene 12.03% de la población total de Estados Unidos, pero sus 55 votos del Colegio Electoral representan sólo 10.22% del total colegial. Wyoming, un estado poco poblado, tiene 0.18% de la población americana, pero sus tres asientos en el Colegio Electoral le otorgan un 0.56% de los votos del Colegio.
El sistema de Coelgio también implica que un candidato necesita conseguir votos provenientes de todo el país.
Además, desde que se implementó, sólo ha fallado 3 veces (es decir, donde la presidencia la tiene el que no gana los votos populares).
En caso de empate, la decisión debe tomarla la Cámara de Representantes, porque sus asientos se otorgan en proporción a la población y, por lo tanto, refleja la voluntad popular mejor que el Senado. Cada delegación estatal, sin embargo, tiene sólo un voto, lo que significa que el partido mayoritario en cada delegación puede controlar el voto. Se requiere una mayoría absoluta de estados para la elección.
El vice-presidente es elegido por el Senado, con los senadores votando de forma individual.
Los cambios en la demografía desde la elección de 2000 han resultado en un incremento neto de siete votos del Colegio Electoral en estados que en 2000 votaron por Bush (republicano).
En 2004 había 70 votos del Colegio Electoral en estados demócratas “vulnerables”, pero sólo 65 en estados republicanos “vulnerables”: un balance de cinco votos del Colegio Electoral favorable a Bush.
Bush ganó el Colegio Electoral por 2000 por 271 votos, sólo cinco votos más que Al Gore.
En Colorado intentaron hacer una reforma en 2004, esperando que los votos electorales se repartieran de acuerdo a los votos populares, pero no prosperó. Es difícil que lo haga en otros estados.
Así que, antes de predecir quién puede ganar o no, hay que contar los votos electorales, ésos son los que cuentan.

viernes, 24 de octubre de 2008

Las otras campañas: senadores y representantes

La campaña por la Casa Blanca parece ser la más importante. No es sólo por lo cerrado que fueron las elecciones primarias y ésta, sino porque en los úlimos años se ha concentrado mucho poder en manos del Presidente. Pero no es la única. Están las carreras por el Congreso y las de los gobernadores (de las que hablaremos próximamente):

Un tercio del Senado se renueva cada dos años. Esta vez hay 39 demócratas y 26 republicanos que no están buscando la reelección. Pero hay otros 12 demócratas que seguramente se reeligirán, contra 4 que tienen algún riesgo de perder el escaño y 4 estados donde puede ganar cualquier partido. Las cifras para los republicanos son: 11 reelecciones prácticamente aseguradas y 4 que podrían perder. Aquí resaltamos que en Carolina del Norte, la republicana Elizabeth Dole (esposa de Bob Dole, que perdió en 1996 contra Bill Clinton) podría perder su posición.

En el área de los representantes (donde todos buscan la reelección), de los 235 asientos que tienen los demócratas hay 220 que están seguros, contra 15 que están en riesgo. Por su parte, los republicanos tienen 155 escaños asegurados, 12 en riesgo y, en total, hay 29 lugares que van en un "empate" prácticamente. Un vistazo a un mapa de estas elecciones nos muestra que no hay demasiadas áreas rojas o azules, sino que el centro del país es un mosaico de rojos y azules. El resultado, dirían algunos, es "púrpura" y no el famoso mapa de "Jesusland".

Si los demócratas consiguen llegar a los 60 asientos en el Senado, estarían en capacidad de evitar la figura del "filibustero", que es cuando un político se levanta a dar un discurso en el Senado (toda iniciativa de ley requiere un discurso de alguien a favor y otro en contra), mismo que se puede prolongar por horas, que es una forma de boicotear una ley. Si logran esta mayoría, pueden pasar cualquier legislación, prácticamente sin problemas. Sin embargo, no podemos olvidar que en Estados Unidos los políticos no siguen las líneas partidistas tan fielmente como en México u otros países. Lo que cuenta es "el interés de la comunidad" a la que responde el/la funcionario/a y ése no necesriamente se alinea con el partido.

Para tener en cuenta, los estados donde las elecciones están más "calientes" (y que podrían perder los republicanos) son: Alaska, Carolina del Norte, Colorado, Georgia, Kentucky, Minnesota, Mississippi, New Hampshire, Nuevo México, Oregon y Virginia.

miércoles, 22 de octubre de 2008

"Put your money where your mouth is" o, a donde va el dinero, va el voto

El monto de las recaudaciones para la campaña es uno de los puntos claves para averiguar quién tiene más apoyo. En este caso, Barack Obama es una verdadera máquina de recaudación de donaciones. De acuerdo con la BBC, hasta el 30 de septiembre Obama había acumulado USD $621,984,627.00 contra USD $315,703,830 de McCain. En sólo este mes, se recibieron cerca de USD $150 millones.

El éxito de Obama con el dinero viene desde la intensa competencia que tuvo contra Hillary Clinton (recordemos que ella acabó poniendo más de 5 millones de dólares de su propio bolsillo), una de las razones por las cuales rompió su promesa de utilizar financiamiento público para su campaña. Al contrario, John McCain sí está usando dinero público, es en parte porque hace años él fue uno de los principales impulsores de la llamada Ley McCain-Feingold sobre el dinero de las campañas, donde se pone un tope de USD $84 millones que puede gastar en su campaña. Sin embargo, tanto el partido republicano como los PACS (comités de actividades políticas, por sus siglas en inglés), pueden recaudar y utilizar todo el dinero que quieran para publicidad en favor de su candidato. En este sentido, según la misma fuente, los republicanos han conseguido USD $309,818,561 contra los USD $191,568,662 de los demócratas (que, obviamente, están más relajados en ese sentido). Estas cantidades se pueden usar a favor de los candidatos presidenciales hasta un tope de USD $19 millones en el caso de McCain (por usar dinero público), pero el resto se puede utilizar para registrar votantes, etc.

Otra cosa que hay que notar es que la mayoría del dinero que han recibido ambos candidatos procede de grandes compañías, sin dejar de resaltar que las donaciones promedio de individuos son de alrededor de USD $200 ó menos para Obama. Gran parte de estos dólares se han obtenido en cenas de donantes, en las cuales el cubierto puede llegar a costar hasta USD $10,000. Como era de esperarse, Obama recibe poco dinero de las compañías de gas y petróleo, mientras que éstas le dan algo más de dinero a su contrincante, al igual que hacen las empresas de bienes y servicios y las aseguradoras. A Obama le llega dinero de las compañías de abogados, las de inversionistas y los del sector educativo. Los mayores donantes de ambos son los jubilados (dan un poco más para McCain), que también son los que votan más temprano el día de la elección y asisten prácticamente en masa. Es interesante notar que, salvo en casos como el apoyo de los educadores o los abogados, no hay gran diferencia entre lo que estos grupos reparten a los dos candidatos, lo que también es un augurio de lo cerrado que puede llegar a ser el resultado del 4 de noviembre.

lunes, 20 de octubre de 2008

El apoyo de Colin Powell

El domingo pasado el general Colin Powell expresó su apoyo a la candidatura de Obama, sacudiendo la campaña de John McCain y provocando que más gente se decante por el senador por Illinois.

La decisión de Powell no debió ser fácil. Seguramente había estado recibiendo presiones de parte de ambos bandos para que se declarara públicamente por su candidato. Después de todo, Colin Powell tiene una reputación de moderado que le precede. Es el héroe de la primera Guerra del Golfo y un soldado a toda prueba que siguió a su jefe a la segunda Guerra del Golfo, aún sabiendo que no había ADM, como intentó convencer al Consejo de Seguridad de la ONU.

Era bien conocido que Powell no respaldaba la intervención en Iraq, por lo que cometió el error de no haber renunciado al gabinete de George W. Bush en 2003. Sin embargo, decidió quedarse hasta el final del primer período para no dañar la causa de su Comandante en Jefe, aunque su reputación sí se vio afectada. Esta vez, Powell no cometió el mismo error. Quien pudiera haber sido un excelente vicepresidente (de cualquier presidente, republicano o demócrata), expresó preocupaciones que finalmente salen a la luz pública, pero que por meses han estado circulando sotto voce en Washington: John McCain se ha rodeado por los asesores neoconservadores de George W. Bush y su política exterior no sería muy diferente de la de Bush. Y aquí es donde vale la pena recordar que Powell luchó infructuosamente contra estos halcones desde el Departamento de Estado y perdió la batalla. Pero también es este sector neoconservador el que está moviendo al partido republicano más a la derecha en todo tipo de asuntos: desde la inclusión de los evangélicos hasta la selección de Sarah Palin como VP de McCain.

Dudo que la cuestión racial haya sido el factor predominante en la decisión de Powell. En sus palabras se advierte un cierto tono de decepción y hartazgo que empieza a ser común en los republicanos moderados. Powell no es el único, pero sí uno de los más destacados que se pasan al lado de Obama, intentando salvar su propia imagen y legado al mismo tiempo. Queriéndolo o no, las razones que aduce para apoyar a Obama dicen más de McCain (negativamente) que del mismo Obama. Las declaraciones de Powell sobre el conservadurismo de McCain establecen un vínculo innegable entre éste y Bush, por lo que para muchos, Powell llegó con la pala listo para enterrar la campaña de McCain.

Powell podría haberse quedado callado. Después de todo, faltan poco para el 4 de noviembre. Pero decidió salir a la luz pública para limpiar su legado, saldar cuentas con los republicanos y la Administración Bush y, ¿por qué no? enviar una velada solicitud de empleo a una Administración Obama que ve en el futuro (¿podría, una vez más, crear una estrategia para salir de una guerra en Iraq?). Aunque no lo parezca, en Washington no existe eso del "free lunch".

jueves, 16 de octubre de 2008

La noche de Joe, el plomero

Gracias a Bob Schieffer, el debate de anoche sí fue uno en donde los candidatos discutieron un tema a la vez, hubo réplicas y evitó que se fueran por la tangente, como cuando les preguntó qué recortes harían al presupuesto o cómo arreglarían el déficit fiscal. Los temas fueron asuntos domésticos, entre los que sobresalieron los impuestos, la economía, los detalles concernientes al sistema de salud, los ataques de las campañas, el criterio para seleccionar a un juez de la Suprema Corte de Justicia, así como las cualidades de Biden y Palin, el libre comercio, el calentamiento global, etc. Finalmente tuvimos una hora y media que valió la pena y finalmente hubo más profundidad en los temas. Ojalá que los otros dos "debates" hubieran sido como éste. Aquí se pudieron ver las diferencias entre ellos, especialmente concernientes al caso Roe v. Wade.

John McCain estuvo mucho mejor en este debate que en los otros dos, aunque es muy perceptible que no puede mirar a Obama directamente. Obama, por su parte, hizo el mejor esfuerzo por recibir con buena cara los ataques de McCain. El formato favoreció al senador por Arizona, ya que al estar sentados, no había una gran diferencia entre las edades de los dos, como se hizo patente en el formato de townhall. Aquí fueron dos personas discutiendo sus ideas.

Como Obama es el favorito, McCain tenía que lanzarse al ataque. Esta vez, al menos lo hizo en términos respetuosos, pero se dejó ir un poco cuando pidió que Obama explicara su relación con Ayers y ACORN, una asociación que registra votantes, con la que Obama colaboró en el pasado. Obama se refirió al racismo que se ha dejado sentir abiertamente en algunos mítines de Palin. Hablando de la negatividad, esperemos que la crítica a los anuncios negativos que Schieffer les hizo, obligue a un cambio más positivo (como presenteación de sus propuestas) en los mismos.

Lo más divertido de la noche fue que John McCain lanzó al estrellato a "Joe, el plomero", un tipo de Ohio que le dijo a Obama que no estaba seguro de votar por él debido a su política fiscal. McCain utilizó repetidas veces el caso de Joe para hacer patentes las diferencias entre los planes fiscales de los dos. Esto forzó a Obama a dirigirle un mensaje específico al ahora famoso Joe. Por supuesto, es una técnica para hacer sentir al auditorio que sí se preocupan por los casos que llegan a conocer en la campaña, pero anoche fue explotada al grado de abaratarla. Como dijeran los analistas de The Economist,Joe se convierte en el plomero más famoso desde Watergate (y ahora el NY Times dice que ni se llama Joe ni es un plomero con licencia).

Uno de los mejores momentos de la noche fue cuando John McCain dijo que él no era George W. Bush y que si Obama quería competir contra Bush que lo hubiera hecho hace cuatro años. Claro, hace cuatro años Obama hacía su debut nacional en la Convención Demócrata (invitado por John Kerry) y apenas se lanzaba para senador por Illinois.

Video y transcripción del debate: http://elections.nytimes.com/2008/president/debates/third-presidential-debate.html?hp

sábado, 11 de octubre de 2008

La ética de Sarah Palin

Cuando Sarah Palin fue seleccionada por John McCain como su VP, inmediatamente surgieron los rumores sobre la investigación en curso sobre lo que hoy se conoce como "Troopergate". Palin había despedido a Walt Monegan, el comisionado de seguridad pública, supuestamente por negarse a despedir a Michael Wooten, cuñado de Palin, que en ese tiempo tenía una amarga batalla por la custodia de sus hijos con la hermana de la gobernadora. El reporte fue suscrito por una comisión bipartidista en la que sobresalen tanto simpatizantes de Barack Obama en Alsaka, como Stevens, senador de ese estado y a quien en el pasado Palin había acusado de corrupto por el famoso "Puente a la nada". Stevens ha dejado atrás los conflictos personales con Palin y le ha dado todo su apoyo.

Lo interesante del caso es que el reporte ha encontrado que Palin abusó de su poder como gobernadora en el despido de Monegan. También, que su esposo, Todd Palin, utilizó las instalaciones de la gobernadora, que tuvo acceso a registros estatales y que presionó a empleados públicos para conseguir que penalizaran duramente a Wooten. Cuando esto no se consiguió, vinieron pleitos entre Palin y Monegan por manejos de agenda (incluyendo financiamiento), que culminó con la "reasignación" de Monegan, que en realidad fue como una degradación de su cargo, al pasarlo al control de bebidas y alcoholes. Pero el asunto no es tan sencillo, debido a que el castigo está pensado para casos donde hay un beneficio financiero que pueda ser comprobable. En este caso, es una vendetta familiar, no hay ganancia monetaria. Por lo tanto, puede que el asunto no pase a mayores, pero que sí afecte negativamente la imagen de "maverick" de Palin y, por ende, a la campaña de John McCain.

http://www.nytimes.com/2008/10/11/us/politics/11trooper.html?partner=permalink&exprod=permalink

miércoles, 8 de octubre de 2008

Un debate estilo town-hall

No sé si llamar debate a lo de anoche, pero digamos que lo fue. El formato en que personas del público y el moderador hacen preguntas, deja poco para que los candidatos debatan entre sí, pero como sea, algo de eso vimos en Nashville. Era de esperarse que el tema principal fuera la economía, que se hablara de la guerra en Iraq, los impuestos y la energía. Las noticias son sobre las caídas de las bolsas de valores aquí y allá y todos tememos por nuestros empleos y por cómo pagaremos nuestras deudas, como es natural. De modo que era la noche perfecta para una explicación detallada de los planes económicos de los candidatos, ya que las preguntas eran formuladas por gente "normal" y los candidatos les respondían diectamente. Pero dado el tiempo limitado para las respuestas, tanto McCain como Obama prefirieron dar más de lo mismo. Ninguno profundizó en sus respuestas. Ninguno dijo algo nuevo a lo que ha dicho en otros foros. Así que nos quedamos igual. Los dos se mesuraron en cómo se dirigían al otro, ya fuese en el lenguaje verbal o en el corporal. La clave era ser accesible con el público y, en ese sentido, McCain siguió la regla de llamar a la persona por su nombre e ir a responderle frente a frente. Obama tuvo un estilo similar, pero sí mostró una distancia (mínima) entre él y algunos de los que hicieron preguntas que le calaron un poco. McCain probó que hay dos clases de estadounidenses: los que han estado en la marina y el resto. Al veterano que hizo una pregunta fue y le estrechó la mano. El único con quien tuvo ese gesto. Obama no trató de manera preferencial al chico afroamericano que hizo una pregunta.

No sé si alguien haya cambiado de preferencias con el debate de anoche. Creo que no añade gran cosa al estado de las elecciones, que está plagado de escándalos y mentiras. Aún así, lo que favorece a Obama es que la economía está mal y que sus respuestas fueron mejores que las McCain, que no haya la forma de desligarse de la crisis. Por más que trató de posicionarse como "independiente", como reformador, es un hecho que las encuestas ahora son favorables a Obama.

Donde podemos ver que en política exterior no hay diferencias importantes entre ellos o con George W. Bush fue en una de las últimas preguntas, donde una mujer inquirió sobre la voluntad de atacar a Al Qaeda en Paquistán incluso si el gobierno paquistaní se negaba a actuar. Ninguno de los dos candidatos sometería la decisión de atacar en suelo paquistaní a un voto del Consejo de Seguridad. Lo interesante de esta pregunta es que se vinculó atacar un estado vecino a donde hay una guerra. Y el ejemplo fue cuando durante la guerra de Vietnam se atacaron bases de norvietnamitas en Camboya. Kissinger fue el autor intelectual de esta estrategia, que no sé si sirvió a Estados Unidos en ese momento, aunque no le haya ganado la guerra, pero que violó una gran cantidad de leyes internacionales y que por ello Kissinger es catalogado como "criminal de guerra" por muchos. Ni McCain, ni Obama se distanciaron de la posición de Kissinger, sino que la seguirían. En esta respuesta hay muchísimo unilateralismo, del mismo que se la ha criticado a Bush, que se le achaca a McCain, pero que nadie cree que Obama seguiría. Y ya ven...

Transmisión con transcripción y "verificador de datos" aquí: http://elections.nytimes.com/2008/president/debates/second-presidential-debate.html

viernes, 3 de octubre de 2008

Experiencia vs. carisma, otra vez

El debate de anoche entre Sarah Palin y Joe Biden fue muy interesante por muchas razones, pero particularmente por los preparativos, que se han vuelto una fase más de la carrera por ganar la Casa Blanca.

En primer lugar, se bajaron tanto las expectativas sobre el desempeño de Sarah Palin después de sus entrevistas en televisión, que casi con que ella no se tropezara, ya estaba bien. Y en ese punto, Palin superó las expectativas. Por su parte, los seguidores de Joe Biden cruzaron los dedos para que no metiera la pata, cosa que cumplió. En este sentido, el debate fue de muy, muy baja calidad. Claramente, los dos contrincantes no estaban a la misma altura. Palin no puede articular de una manera clara y concisa sus puntos de vista, como sí pudo hacerlo Biden. Ella está aprendiendo sobre las cosas que Biden maneja al detalle, pero puede darle una cátedra a Biden sobre el manejo de los medios de comunicación.

Esto es crucial porque, como vimos en las elecciones primarias de este año y la campaña presidencial de 2004, la gente es más emocional que cerebral al momento de votar. En ese punto, Sarah Palin estuvo fabulosa: proyectó una imagen de familiaridad y cordialidad, se presentó como una americana de clase media y demostró ser una efectiva "cheerleader" del candidato McCain. Por lo tanto, consiguió que el votante promedio se identificara con ella no sólo en su lenguaje, sino el punto hasta dónde entiende las cosas. Por eso, si los medios la critican hoy como "ignorante", lo que harán será mandar a los votantes directo a las urnas por John McCain.

Por su lado, Joe Biden proyectó seguridad y conocimiento de los temas que se están tratando: economía, seguridad nacional, relaciones exteriores, etc. También hizo su intento por relacionarse con la clase media, ya que él es (o fue) parte de ella. Pero más que nada, lo que hizo fue mostrar que tenía experiencia de sobra para contrarrestar lo que le falta a Palin (y a Obama, si me apuran). Sin embargo, no pudo evitar que sus argumentos sonaran un poco más elevados del lenguaje del ciudadano promedio, lo que le ganó puntos entre los especialistas (claramente ganó el debate en este aspecto) y los periodistas. Aunque lo intentó, fue aburrido en algunos temas y eso se debe a que no tiene un gran carisma.

En conclusión, la campaña de Barack Obama se olvidó de los métodos que ellos mismos usaron contra Hillary Clinton en las primarias de este año. Los debates Clinton vs. Obama se trataron de experiencia vs. carisma y el resultado es que triunfó el carisma sobre la experiencia. Anoche Sarah Palin les dio una cucharada de su propio chocolate, porque logró empatía con la mayoría de los televidentes. El americano promedio puede pensar que Palin, más que Biden sabe lo que siente en estos momentos de crisis y eso pesa mucho en las urnas.

Transmisión y transcripción del debate: http://elections.nytimes.com/2008/president/debates/vice-presidential-debate.html

sábado, 27 de septiembre de 2008

Sobre el primer debate

Lo primero que hay que decir es que para ganar un debate no nada mas se necesita tener un buen desempeno al momento de responder las preguntas del contrincante y el moderador, sino un buen equipo de comentaristas que resalten los puntos positivos de uno y senalen los errores (reales o no) del otro. Eso va para quienes no hayan visto el debate y comiencen a leer editoriales y comentarios sobre el debate en blogs como este y otras formas de comentario en internet. La objetividad es escasa y cada cuatro anios parece que "esta es la contienda mas importante" y que no hay lugar para errores. Asi que los medios que tienden a la izquierda apoyan al candidato democrata y los medios conservadores apoyan al republicano. Lo mismo pasa ahora.

Dicho lo anterior, creo que si la politica exterior era uno de los temas fuertes de John McCain, Barack Obama salio bien librado. McCain no vencio por knock out, pero tal vez sumo algunos puntos en un lado y Obama sumo puntos en otro lado. Creo que no hubo sorpresas, los comentarios (prometo repasar varias veces las transcripciones y videos por si hallo algo muy interesante) fueron mas de lo mismo que hemos estado oyendo hasta ahora. Si Obama "sobrevivio", esto muestra que ha aprendido y puede considerar a este debate como un triunfo personal, por lo que ira mas seguro en los proximos. Por su parte, McCain puede decir que lo hizo muy bien, que mostro que tiene tablas y, aunque no tuvo la capacidad de hacer quedar como un novato a Obama, si tuvo una actitud que por momentos era mas "aproximable" para el espectador. Es decir, su estilo fue menos academico y menos distante que el de Obama y eso cuenta mas que muchos argumentos (preguntele a Bush si eso funciona o no).

Sin embargo, el debate no es un evento aislado y lo que tenemos es a los ejercitos de comentaristas de un lado u otro sembrando opiniones positivas en los medios. Asi como tambien tenemos esa jugada arriesgada de McCain de suspender la campania en lo que el Congreso se pone de acuerdo en pasar medidas que ayuden a encontrar una solucion a la crisis. Es una medida muy arriesgada, ya que los democratas pueden arruinarle el juego, pero tambien: a) si se llega a un acuerdo, queda como un heroe: b) puede acusar a Obama de egoista, ya que no hace lo mismo que el: c)si no se llega a un acuerdo puede quedar como un inutil o usar la maquinaria republicana para acusar a los democratas de obstruccionistas.

Que McCain suspenda su campania no quiere decir que nadie haga campania por el: quedan los voluntarios y esos estan sujetos a reglas distintas que las de los candidatos (tienen mas libertad para atacar al adversario).

miércoles, 24 de septiembre de 2008

El debate del viernes

El viernes será el primer debate entre John McCain y Barack Obama. Ninguno de los dos es un as para los debates, aunque cada uno tiene alguna cualidad que lo puede ayudar a ganar. McCain participó en debates en las elecciones primarias de este año contra los otros pre-candidatos e hizo un buen papel, aunque no hay ninguna frase que él dijera que yo pueda recordar (como sí recuerdo varias de Mike Huckabee). Lo cual es bueno porque, en síntesis, no metió la pata.

Barack Obama tuvo que enfrentarse a varios candidatos más y luego seguir en una ronda de encuentros con Hillary Clinton. En ellos vimos que de la oratoria al debate había un gran trecho y que se enojaba cuando era atacado por los otros, pero su inteligencia es innegable y ha aprendido muy rápido.

McCain puede enojarse (cosa que siempre es mal percibida en un debate y que conduce a errores) y decir algo que le haga perder la cabeza, o sonar demasiado agresivo. Obama puede marear con su retórica o mostrarse distante. Ambos candidatos se han estado preparando en las últimas semanas, aunque el senador por Illinois ha probado ser un excelente alumno y mejoró mucho su desempeño en los últimos debates en los que participó.

Los temas son política exterior y seguridad nacional, que son el "expertise" de McCain, así que está obligado a ganar para probar que es su terreno y que sus críticas hacia Obama son la verdad. Pero si pierde, tendrá problemas para remontar su campaña, pues sus argumentos contra Obama se derrumbarán y es en ellos en que ha construido su campaña, más que en sus proyectos para reformar a Estados Unidos.

Quien crea que Obama y McCain van a hablar de Cuba, Venezuela o cualquier otro tema latinoamericano, quedarán decepcionados. Si acaso, se hablará de México y la rampante inseguridad ocasionada por la corrupción, la impunidad y el narcotráfico, como una excusa para pasar (o no) una reforma migratoria y apuntalar aún más la construcción del muro en la frontera méxico-americana. Pero más bien se hablará de Iraq, Afganistán, Israel (que es un punto débil de Obama), la relación con Europa, Corea del Norte, qué hacer con Rusia y la zona del Cáucaso, que se está volviendo un gran reto geopolítico.

Aunque ahora hay mucha gente que ya decidió por quién votar y que es una elección incluso más reñida que la de hace 4 años (porque el país está muy polarizado desde hace lustros), es muy probable que los indecisos se decanten por uno u otro candidato según su desempeño en esta noche y las otras dos que siguen (7 de octubre en Tennessee y 15 de octubre en Nueva York). Después vendrá el encuentro entre Joe Biden y Sarah Palin, que también será muy interesante, por ver cómo se desempeña ella y si Biden la hace pedazos... o al revés.

Desgraciadamente, será un formato tan cerrado como el de los debates Bush-Kerry, así que no habrá grandes sorpresas. Ojalá que haya claridad en las ideas y que digan alguna frase memorable. Pero de ahí a usar el debate para conocer al "verdadero McCain" o al "Obama real", será una verdadera decepción porque el formato es muy, muy acartonado, precisamente para evitar que la candidatura de alguno se vaya por la borda tras alguna metida de pata aquí (ver las primeras entradas de este blog para un poco de historia sobre los debates presidenciales).

viernes, 19 de septiembre de 2008

Las guerras culturales

Además de la guerra en Iraq y Afganistán, las guerras culturales al interior de Estados Unidos siguen vigentes. Desde que Richard Nixon le hablara a la mayoría silenciosa en 1968, la gente de este país vive una polarización que no termina. De un lado, los liberales, que viven en ciudades grandes, en las dos costas del país, que tienen por lo menos la preparatoria (High School) terminada, la mayoría tiene títulos universitarios y un alto porcentaje de la gente graduada de las Ivy League suele ser demócrata. Lo mismo ocurre con las mujeres jóvenes, la gente de altos ingresos que practica alguna profesión, y hasta antes del 9/11 no se definían como personas religiosas, sino espirituales, etc. Apoyan el acceso al aborto, la educación sexual, los matrimonios entre personas del mismo sexo y están en contra de la pena de muerte.

Del otro lado están los conservadores, los que se oponen al aborto, apoyan la pena de muerte, suelen vivir en ciudades pequeñas (aunque hay sus buenas excepciones), en lo que alguien denominó "Jesusland", no tienen la preparatoria terminada, o al menos ése es su grado de escolaridad más alto, suelen conjuntar tanto a la clase media como a la élite económica, repudian la intervención gubernamental en la economía, los programas de asistencia social, y suelen ser los más religiosos de todos. Claro, entre los votantes del partido republicano escasean los afro-americanos, aunque han tenido éxito en atraer a los latinos por lo menos en las elecciones de 2000 y 2004. La mayoría de los hombres vota a los republicanos, que defienden el derecho a poseer y portar armas en todo tipo de casos (los demócratas apoyan restricciones, pero en realidad no difieren gran cosa). Se oponen a los matrimonios gays y adoran los recortes de impuestos. En política exterior las visiones de los liberales y los conservadores tienen mucho en común, pero eso lo analizaremos en otra entrega.

Poner en evidencia estas dos posturas nos ayuda a entender en cuál de estos sectores hay un mayor apoyo a Barack Obama/Joe Biden o a Sarah Palin (interesante, es como si Palin fuera candidata a la Presidencia, no al puesto #2)/McCain. De esta manera, entendemos el impacto de Palin, pero también es un recordatorio de que los temas culturales, los de los valores y no tanto la guerra y la economía serán los predominantes en la campaña de otoño. La inmigración está pasando un segundo o tercer plano, pero si EL debate es sobre valores y cultura, los republicanos tienen más posibilidades de ganar. Así que los demócratas deben estar gritándole a Obama: ¡es la economía, estúpido!

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El fenómeno Palin

Si siguen esta gráfica con atención (http://www.realclearpolitics.com/epolls/2008/president/us/general_election_mccain_vs_obama-225.html) verán que Barack Obama ha predominado en comparación con John McCain. Se puede mover el cursor para que aparezcan los puntos que tiene cada candidato, por lo que señalaremos 3 fechas a partir de 2008: 12 de enero, 20 de junio y 8 de septiembre.

La primera corresponde al "momentum" que consiguió Obama tras los caucus de Iowa y haberle quitado el estatus de favorita a Hillary Clinton. Ahí consiguió demostrar que era una opción frente a la senadora y se mantuvo. Sigue el período posterior al SuperMartes (5 de febrero) donde su popularidad se incrementó (no vienen datos de Hillary Clinton), donde podemos ver que tuvo buenos números, a pesar de los escándalos (reverendo Wright, Ayres, Rezko, Michelle O.) y de que Clinton ganó prácticamente todas las elecciones primarias que siguieron. Por lo tanto, la siguiente fecha, 20 de junio es cuando las primarias se terminaron (2 de junio) y Hillary se sale de la campaña. Es el período donde John McCain desaparece de los titulares y todo es hablar de Obama, con lo que cobra una especial atención el hecho de que los números de John McCain del 2 de junio al 2 de septiembre están muy por debajo de las cifras de Obama. Aún así, es digno de mencionarse que, poco a poco, el senador por Arizona va repuntando en las encuestas, hasta llegar al nombramiento de Sarah Palin.

Podemos ver que fue positivo para Barack Obama haber nominado a Joe Biden (lo siento, sigo pensando que tenía mejores opciones) y que su propia nominación fue bien recibida. Pero vean lo bien que reaccionó la gente a Sarah Palin. Y es que, recuerden que los de los medios de comunicación como CBS, CNN, The New York Times o el Washington Post tienen una gran influencia, pero hay estudios del Pew Research Center que muestran que realmente los que ejercen influencia en un mayor número de personas son las estaciones de televisión local, que son el polo opuesto de los medios que he señalado anteriormente. Y, si el New York Times odia a Sarah Palin, los otros medios la adoran.

Hay una gran cantidad de "señales" raras que nos indican quién ganará: si en un lugar gana X equipo tal año, si los Yankees o los Red Socks ganan o pierden, si las marmotas voltean al sur o al oeste, etc. También hay serie de preguntas claves en las encuestas que nos pueden dar una idea de hacia dónde van las preferencias de los votantes. En 2000 y 2004 los votantes a quienes se les preguntó que con quién preferían tomarse una cerveza escogieron a George W. Bush, por encima de personajes "estirados" como Al Gore o John Kerry. Piensen en ellos en la cantina local y podrían parecer un poco fuera de lugar. Hagan esa pregunta este año. Habrá quien crea que Obama ni siquiera consume alcohol (George W. Bush NO, porque es AA). Supongo que, al estar casado con una heredera de una cervecería, McCain sí toma alcohol. Y también supongo que es fácil imaginar que Sarah Palin será más popular si la incluyen en la pregunta. La cuestión es: para la mayoría de los hombres y mujeres promedio de Estados Unidos es más fácil identificarse con una mujer que fue a una universidad X, que tiene problemas familiares de embarazos precoces, que ha salido adelante sin necesidad de una familia "pudiente", ni nada que corresponde al perfil del propio Bush o McCain. Sarah Palin es genuinamente una mujer promedio. Podríamos decir que es casi lo mismo con Obama. Como dijera alguien sobre Obama y Palin: los dos son guapos, atractivos, inteligentes, carismáticos. La diferencia es que ella mata su comida (antes que saliera lo del lipstick). Ojo: Obama va derechito a convertirse en un "girlie man" = demasiado débil para ser Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

P.D. Agradezco los comentarios a las anteriores columnas y me disculpo por los errores técnicos que me impidieron actualizar este blog.

viernes, 5 de septiembre de 2008

John McCain al ataque

Los republicanos consiguieron remontar el reto del "cambio" que les ofrecieron los demócratas. Ahora ellos, actuando como si fueran un partido de la oposición, llevan la bandera de la "reforma". Si Washington está lleno de corrupción, la culpa es de los mismos republicanos. Ellos tenían el control del Congreso cuando no hicieron suficientes preguntas sobre los ataques del 9/11 y cómo responderlos, ellos tenían el control de las dos cámaras cuando Tom DeLay violó repetidas veces los códigos de ética en materia de gerrymandering, de azuzar a los competidores y de hacer tratos sucios. Es interesante que ahora los republicanos decidan que no tienen nada qué ver y se lancen a limpiar el establo. Bueno, en cierto modo, John McCain puede tirar la piedra, pero no muchos de los que estaban ahí (empezando por Rudy Giuliani). Pero es interesante ver que haber añadido a Sarah Palin, más la propia historia personal de McCain otorga a esta dupla una credibilidad de la que se habían perdido en los últimos 5 años.

John McCain hizo un discurso que estuvo bien, sin levantar demasiadas olas, sin hacer levitar a la gente, pero que fue aterrizado y mostró hacia dónde pretende llevar a su partido. Los ecos de Teddy Roosevelt no son pura retórica. En repetidas ocasiones McCain ha dicho que admira a Roosevelt, quien además de ser un héroe de guerra y haber pertenecido a la marina, reformó la política de Nueva York y luego de su partido. Fue una estrella muy inusual dentro del parfil del republicano promedio, pero es la figura más cercana al senador por Arizona... excepto por Sarah Palin.

La gran ventaja que tiene John McCain en estas campañas es que sus promesas se basan en su amplio récord de bipartidismo, de independencia y de su servicio a su país, algo que se dice fácil, pero que lleva décadas consolidar. El discurso y la transcripción en inglés, puede verse aquí: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080904_MCCAIN_SPEECH.html

jueves, 4 de septiembre de 2008

Sus plegarias han sido escuchadas...

...por John McCain. Esto es lo que deben decir después de anoche todos los conservadores, los republicanos promedio de los pequeños pueblos, el Medio Oeste y el típico "hard core" republicano. Por ello, Sarah Palin fue recibida con una ovación de minutos, aún antes de que dijera una palabra. Y si leemos su discurso, cómo se presentó ante los republicanos, cómo presentó a su familia, no nos queda más que decir que todos los que tenían dudas sobre si McCain era lo suficientemente conservador como para darle su voto pueden estar tranquilos. No, John McCain no, pero Sarah Palin, sí. Las mujeres estaban felices con Sarah, con su forma agresiva de tomar al toro (o al alce) por los cuernos, de aceptar que no es parte de la élite (y eso no es algo que tenga que probar), de presentarse como una luchadora y una reformista. Palin se presentó como una mujer de clase media que sigue siendo de clase media a pesar de ser gobernadora. Sus "credenciales" conservadoras no tienen que ser puestas a prueba y con ello John McCain se apunta un hit al haber escogido a una candidata que le ayuda a cerrar filas al interior del partido. Los aplausos de anoche confirman que McCain escogió bien, dadas las opciones que tenía. Si a eso le añadimos que la otra mitad del país ya la detesta, no hay mucho más que decir: no se va a llevar los votos femeninos de Hillary Clinton.

En síntesis, Sarah Palin lo hizo muy bien, aunque no creo que esté más preparada que Barack Obama para el puesto de Presidente. Aún así, dos de las funciones del vicepresidente son: 1) conseguir votos populares y electorales para conseguir ser elegidos al cargo y 2) sustituir al presidente en caso de muerte o enfermedad grave, cualquier cosa que le impida hacerse cargo de sus funciones. Para la primera, no tengo ninguna duda de que traerá más votos que Giuliani o Romney, además que permite que los republicanos contrapongan "Cambio" contra "Reforma". Para conseguir el cambio, Obama buscó a un Senador con 36 años de experiencia. Para conseguir la reforma, McCain se consigue a alguien que ya lo hizo, aunque a menor escala. Y sobre la segunda función de VP, tiemblo al pensar en Palin escogiendo a qué jueces nominará para la Suprema Corte de Justicia.

Liga al video con transcripción en inglés del discurso de Palin: ttp://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080903_PALIN_SPEECH.html

viernes, 29 de agosto de 2008

Sí, Obama puede

Ayer por la noche fue la gran noche de Barack Obama. Frente a una audiencia de más de 70,000 mil personas dio su discurso de aceptación como nominado por el partido demócrata para la Presidencia. El escenario recordaba tanto el Lincoln Memorial como la Casa Blanca (sin comentarios) y un poco el último montaje de la convención republicana de 2004. Barack Obama se lució con la retórica que lo ha catapultado hasta este lugar y mostró que tiene el carisma, aunque no la experiencia, pero sí la madera para ser un buen presidente.

Haciendo eco de su historia personal, rindió homenaje tanto a personas importantes en su vida como su madre o su abuela, como las bondades del Sueño Americano, que asegura está en peligro por las políticas implementadas por los republicanos en los últimos ocho años. A diferencia de John Kerry hace cuatro años, Obama atacó a John McCain (no sin antes rendir tributo a su carrera como militar y senador) y lo comparó con un tercer período de George Bush. Pero al mismo tiempo, se reconoció heredero de esa visión optimista de los estadounidenses que se enfrenta a los retos con la confianza de vencerlos. Así hicieron los progresistas a finales del siglo XIX, FDR con el New Deal y Kennedy con la Nueva Frontera de los años sesentas. Fue anunciar que les toca estar a la altura del reto y reconocer que también es parte de la tradición estadounidense que el gobierno apoye a los más desprotegidos de un sistema capitalista que suele ser demasiado pragmático con los que no pueden sobrevivir por sí solos. El discurso, que duró poco más de 40 minutos, pueden verlo y leerlo (en inglés) en esta liga: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080828_OBAMA_SPEECH.html

Sin olvidar, que Al Gore hizo una aparición estelar para presentar a Obama: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080828_GORE_SPEECH.html

Sarah Palin (Gob-Alaska), VP de John McCain

Mostrando que Hillary Clinton hizo una campaña histórica para las mujeres de todos los partidos, y sin duda, deseando captar sus votos, John McCain escogió a Sarah Palin como su compañera de fórmula, seleccionando a la primera mujer candidata a vicepresidenta por los republicanos (Geraldine Ferraro, lo fue para los demócratas en 1984, con Walter Mondale). Palin es una mujer joven (44 años), que lleva poco tiempo como gobernadora de Alaska, pero que se ha distinguido por un buen récord al frente de ese estado. Es una ferviente opositora del aborto, tiene cinco hijos (el último de ellos con Síndrome Down) y una mujer con una energía innagotable. Los ecologistas la odian porque ha apoyado que se hagan exploraciones y canales de distribución de gas natural en su estado, en zonas federales que habían sido reservas naturales. También, por oponerse a que los osos polares fueran catalogados como especies en peligro de extinción. El currículum de Palin lo pueden ver aquí (en inglés): gov.state.ak.us/

jueves, 28 de agosto de 2008

Listo para gobernar

Los demócratas pueden respirar tranquilos después de ayer. Por la tarde, los delegados se pronunciaron, estado por estado, a favor de uno de los nombres inscritos para la nominación: Hillary Clinton o Barack Obama. Cuando llegó el turno de Nueva York, la misma Hillary, acompañada por sus delegados, se pronunció a favor de Obama y pidió detener el proceso, para que Barack Obama fuera nominado por aclamación.

Por la noche, Bill Clinton empezó su discurso elogiando la campaña de su esposa, su discurso de la noche del martes y señalando que los dos (tres, si incluimos a Chelseam o más, si sumamos los 18 millones de votos que ofreció Clinton) harían todo lo posible porque Barack Obama fuera electo presidente. Desde que se paró en el podio vimos a ese Clinton carismático que demostró porqué es un grande y que sigue siendo un demócrata fuera de serie. Hasta ahora, ha sido el discurso más aclamado de todos, incluyendo el de Hillary. Y el que ha hecho la mejor apología de porqué Barack Obama tiene que ser elegido Presidente y de cómo tiene las cualidades para hacerlo. Se atrevió a comparar las críticas que en 1992 le dirigieron a él con las que le han hecho a Obama y con eso construyó la mejor defensa de Obama. Pueden verlo y leerlo en inglés aquí: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080827_CLINTON_SPEECH.html

Bill Clinton hizo la función de telonero de Joe Biden. Y la verdad es que Joe Biden se quedó corto. Para mi gusto, fue un discurso que quiso tener un tono emotivo al hablar de lo que su padre y su madre le han enseñado, pero que no supo conservar la energía que le había dejado Clinton. Sin embargo, aunque el carisma es muy importante en política, sobre todo cuando se quiere ganar votos, lo realmente relevante es la inteligencia y la experiencia, que son dos cualidades que abundan en Biden. Por otro lado, Biden está dispuesto a cumplir con su papel de candidato a vicepresidente. Así que como reconoció anoche, aunque es amigo de John McCain, eso no le impide decir en qué está equivocado el senador por Arizona y porqué Obama está mejor calificado para Presidente. El video y la transcripción simultánea en inglés lo puden ver en esta liga: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080827_BIDEN_SPEECH.html
http://www.msnbc.msn.com/id/21134540/vp/26430180#26431231

Al final, Barack Obama apareció en el estrado, junto a Joe Biden, para darnos la imagen de la fabulosa dupla que ofrecen. Hoy en la noche viene su nominación y su discurso, que comentaremos mañana.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Las protagonistas de Denver

Uno de los objetivos de la Convención Nacional Demócrata es presentar a Barack Obama como un candidato con todas las cualidades necesarias para ser un buen presidente. Si implica un cambio en qué creer, como dice su eslogan, o si tiene madera de Comandante en Jefe, es algo que descubriremos. Al igual que el muy esperado "cómo" de las estrategias y acciones en que materializará todas sus promesas.

La convención debe servir para despejar las dudas de su candidatura y catapultarlo ahora que empieza la verdadera campaña: cuando los dos partidos tienen ya a sus candidatos a presidente y vicepresidente, junto con una plataforma partidista, que también es un manifiesto, una forma de ver cómo se organiza, se define el partido a partir de esta mega-reunión.

Por lo tanto, la primera noche Michelle Obama fue precedida por un cúmulo de líderes demócratas de todo el país, que fueron incrementándose en importancia a medida que transcurrió la noche. Ted Kennedy tuvo un momento estelar, como el decano de los demócratas que cedió la estafeta a la nueva generación: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080825_KENNEDY_SPEECH.html

Cuando llegó el turno de Michelle, el mensaje no verbal que tenía que transmitir era que sería una formidable Primera Dama. Y podemos decir que en ese sentido cumplió su cometido. Se le vio guapa, enérgica, joven, entusiasta e inteligente. Debo decir que su presentación como hija, esposa, madre y hermana la privó de un elemento que las "clintonitas" adorarían: una profesionista que compagina el trabajo con la casa. Luego vino el mensaje verbal: humanizar a su esposo, mostrar a su familia como una más, como gente que ha venido desde abajo luchando para lograr sus sueños y hacerse ver como un americano más. No podemos dejar de señalar que es raro que tengan que hacer este esfuerzo, ¿será por que son negros? ¿será que su historia también tendría que justificarse, reforzarse, si fueran blancos? ¿será que, por más que quieran negarlo el aspecto racial es innegable? En síntesis, fue un buen discurso, pero a mi forma de ver, se quedó corto. Dijo lo que tenía que decir, pero no fue más allá del mínimo exigible. Quizás no quiso arriegarse. Aquí está el video y la transcripción (en inglés): http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080825_OBAMA_SPEECH.html

La noche del martes fue para Hillary Clinton. Se esperaba, en primer lugar, que enterrara el hacha de guerra y que alentara a sus seguidores a que apoyaran a Barack Obama. En segundo, que viera esa noche como un tributo a su esfuerzo en las primarias y que se quedara tranquilita. Hizo lo primero, de una manera que cumple con las formas, pero que no cierra del todo sus posibilidades para intentarlo de nuevo en 2012 si Barack Obama falla ahora o en 2016 si Obama gana y cumple dos períodos. Fue un discurso del que la mayor crítica es que no lo alabó como un Comandante en Jefe confiable. Hillary Clinton demostró que tiene todo para ser una formidable Presidenta, pero ahora es una Senadora y una demócrata más. El problema es que algunos podrían haberse quedado con la idea de que van a nominar al candidato equivocado. Es mejor verlo en YouTube, porque fue bastante bueno: http://elections.nytimes.com/2008/president/conventions/videos/20080826_CLINTON_SPEECH.html

Hoy en la noche hay dos discursos estelares. Tradicionalmente la penúltima noche de la convención le pertenece al candidato a vicepresidente. Joe Biden tiene que mostrar lo mejor de sí, pero también presentarse ante la mayoría de los votantes que no recuerdan que él estuvo en los debates de la pre-campaña. A como van las cosas, Michelle Obama ha recibido más proyección que Biden y eso no es bueno. Además, debe probar porqué era la mejor elección de Barack Obama para el cargo de Vicepresidente. La noche sería completa si no fuera porque el Presidente Bill Clinton dará el discurso final, donde seguramente defenderá su legado, al tiempo que también apoyará la candidatura de Barack Obama. Biden corre el riesgo de ser eclipsado. O no.

Mañana ponderemos las ligas a estos discursos con su respectiva transcripción y haremos el análisis. Será la gran noche de Barack Obama. Y el viernes John McCain presentará a su compañer@ de fórmula.

sábado, 23 de agosto de 2008

Joe Biden (D-DW), la opción de Obama para VP

Pues ya está: la importancia que tiene la política exterior en esta campaña por la presidencia de Estados Unidos ha hecho que Barack Obama se haya decidido por Joe Biden, senador por Delaware, como su compañero de fórmula.

Joe Biden ha sido senador desde hace aproximadamente 30 años y tiene una experiencia incuestionable como miembro (y ahora presidente) del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Además, tras haber quedado viudo hace varias décadas, ha formado un matrimonio sólido, es conocido por su religiosidad y, por ser un buen senador que no se ha involucrado en ningún escándalo notable. Su página personal del Senado es la siguiente, por si quieren ver mejor su récord de servicio y su biografía personal, que es la típica historia americana: http://biden.senate.gov

Además de la experiencia en política exterior, Joe Biden aporta a la campaña de Obama una serie de contactos en Washington que podrían serle de mucha utilidad al senador por Illinois si llega a la Casa Blanca. Al estilo de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, el carisma de uno se compensa con "el colmillo" del otro. La mayoría de los historiadores coincide en señalar que si no fuera por Johnson y su excelente manejo del Senado (el Vicepresidente ostenta el cargo de Presidente del Senado y se encarga del voto de desempate, si es que alguna vez la votación queda 50/50), las iniciativas de derechos civiles de Kennedy nunca se hubieran materializado.

Al igual que Obama, Joe Biden proviene de una familia de clase media, lo que le ayuda con los votos de este sector. Además es católico, que puede facilitar las relaciones con hispanos, italianos, irlandeses, etc.

Sin embargo, hay que recordar que Joe Biden salió de las elecciones primarias en Iowa, la primera en celebrarse. Biden puede ser muy inteligente, pero no tiene carisma. Así que está por verse si puede ser un candidato popular. Además, en su pasado ha habido comentarios controversiales sobre los indio-americanos y hasta una cita algo ofensiva sobre el mismo Obama hace poco más de un año. Habrá que ver que no meta la pata. El otro punto es que en los últimos años prácticamente todas las fórmulas presidente/vicepresidente incorporan a alguien del Sur, que es una región que tiene muchos votos y con la que se identifican los del Medio Oeste. Al tener a dos senadores de estados del norte, se corre el riesgo de perder votos electorales importantes en el Sur, aunque seguramente Obama está suponiendo (y con razón) que contará con los votos de los afroamericanos y los latinos en esa zona. En este punto, para McCain la elección es más sencilla, puesto que él es de Arizona, un estado tanto del Sur como del Medio Oeste.

Hay mucho qué analizar sobre esta fórmula, como el impacto entre las mujeres que habían apoyado a Hillary Clinton y otros sectores del electorado, pero nos quedan varios meses para ello, ahora falta ver a quién escoge John McCain para su fórmula. Puede acertar o cometer una elección equivocada.

jueves, 21 de agosto de 2008

La selección de posibles VP

En lo que llega el esperado anuncio del/a compañer@ de fórmula de Barack Obama, ofrecemos la siguiente liga del New York Times sobre quiénes son los que suenan para acompañarlo, además de los de John McCain:
http://elections.nytimes.com/2008/president/candidates/vice-presidents.html

Por lo pronto, no podemos dejar de notar que John McCain ha subido en las encuestas, acortando la ventaja que Barack Obama le llevaba a nivel nacional. Esto es algo digno de tomar en cuenta, aunque NO es definitivo, dado que se esperaba que el candidato (sea quien sea) arrasara en estas elecciones, dada la baja popularidad del Presidente Bush y el mal desempeño de los republicanos en el Congreso. Pero de aquí a noviembre falta mucho y la elección de quien compita en la fórmula con Obama o con McCain alterará las encuestas.

martes, 19 de agosto de 2008

Vice-presidenciables

Aviso: Se dice que entre mañana miércoles y el sábado se anunciará el nombre de la persona que Barack Obama ha elegido para conformar la fórmula de candidatos a la presidencia y vice-presidencia por los demócratas. Por su parte, John McCain hará un anuncio similar el 29 de agosto, en su cumpleaños, y a pocos días de la convención republicana.

Supuestamente, el senador Evan Bayh (Indiana), el gobernador Tim Kaine (Virginia) y el senador Joe Biden (Delaware) están en los tres primeros lugares de la lista. Pero hay quien dice que debería considerar a alguien con un perfil semejante al de Hillary Clinton, para no alienar a sus simpatizantes. Entonces se habla de Kathy Sebelius, gobernadora de Kansas.

Estaremos antentos para proporcionarles un análisis de estos hechos. Por lo pronto, sobresale el gesto de Obama hacia Hillary Clinton: el nombre de la senadora por Nueva York estará incluido en las boletas de votación de la convención, algo que muchos analistas consideran como peligroso. Pero Clinton ha dicho que apoyará a Obama. Ya veremos.

sábado, 26 de julio de 2008

Vacaciones

Esta columna retomará su ciclo habitual a partir del 15 de agosto. Gracias por su atención.

miércoles, 23 de julio de 2008

El tour de Barack Obama

Barack Obama viaja esta semana a Europa y Medio Oriente para mostrar que no es un novato en política exterior. Claro, así como el "yeehaah!!" de Bush no es un sustituto de una política exterior, tampoco lo es tener un padre keniano y haber vivido en Indonesia durante la infancia. De modo que Obama se lanza a un tour con el objetivo de mostrar que es presidenciable, es decir, que puede ser un mandatario que entiende el mundo en el que vive y que tiene ideas frescas. Hacia el interior de Estados Unidos, el mensaje también es "voy a enmendar la mala imagen que nos hizo George W. Bush", así que las filas de fans y la Obamanía europea van a hacer mucho por Obama.

Lo que ha sido muy interesante es el visto bueno de Maliki, el Primer Ministro iraquí, al cronograma de retirada de tropas estadounidenses que presentó Obama. Ya salió a decir que lo tradujeron mal, que él no estuvo de acuerdo con eso, pero sus declaraciones fueron un empujón para Obama, reforzando sus credenciales de política exterior. Obvio, a la Casa Blanca no le gustó nada y por eso Maliki ya se retractó. Con eso, John McCain tiene que atacar más fuerte la inexperiencia de Obama, aunque al senador por Illinois le gusta decir que su experiencia proviene de su historia personal y de estar en el Comité del Senado en Relaciones Exteriores y que está al mismo nivel que Joe Biden, Chuck Hagel, o Chris Dodd, que tienen experiencia de más de 15 años, en promedio, en ese comité. Barack Obama entró al Senado en enero de 2005.

No sé si haya más viajes al exterior por parte de los candidatos. John McCain viajó a México y a Colombia para mostrar su experiencia en política exterior, pero también es cierto que forzó a Obama a viajar a Iraq (Obama nunca había ido) para mostrar su interés en el tema de la guerra y obligarlo a hacer cambios en su posición en esta materia. Al final, podemos ver que las posturas de los dos van convergiendo hacia un mismo punto y no va a haber una gran diferencia en el rumbo que siga Estados Unidos, gane quien gane.

lunes, 21 de julio de 2008

¿Quién va a ganar?

John McCain. Si logra que la elección se centre en Barack Obama, en si es apto para ser un Jefe de las Fuerzas Armadas (sí, volver al concurso de machismo que Kerry perdió frente a Bush), puede ganar. Obama sigue siendo visto como un senador joven, con un legado muy pobre, tanto en la legislatura de Chicago como en el Congreso de la Unión. Su pacifismo puede ser entendido por los liberales, pero no por el americano de clase trabajadora que tiene a su hijo o hija en Irak.

La gente aún tiene dudas sobre Obama, ¿quién es él? ¿cuáles son sus valores? ¿qué comparte con el americano promedio? El escándalo de la portada del New Yorker, donde él está vestido como musulmán y Michelle está vestida como una guerrillera los ha alejado del estereotipo de la familia feliz del Sueño Americano. Así, ella es la típica afroamericana enojada y frustrada con la vida, que llena de amargura a su familia y él un fanático musulmán. En realidad, son un matrimonio feliz, con dos hijas y ella es una profesionista exitosa, no una amargada.

Barack Obama puede ganar si la elección se centra en John McCain, en su récord en el Senado. McCain ha sido visto como un rebelde, un senador independiente que no teme ir en contra de su propio partido o su Presidente por apoyar una causa en la que él cree. Sin embargo, así como Obama se ha movido hacia el centro, McCain se ha movido hacia la derecha y esto lo pueden aprovechar los demócratas para tachar a McCain de inconsistente. Por otro lado, está el tema de la edad y la fortuna de Cindy McCain, que no ha accedido ha hacer pública su declaración de impuestos.

Si el debate se centra en John McCain, es posible que se siembren dudas en los cuadros del partido republicano, especialmente los evangélicos y los que en las ocasiones anteriores se han enfrentado con él. Depende del compañero o compañera de fórmula del Senador por Arizona si McCain puede conseguir estos votos.

sábado, 12 de julio de 2008

¿Qué representa Jesse Jackson?

Hace casi un año, cuando Barack Obama anunció sus intenciones de competir por la candidatura demócrata, hubo muchas voces que dijeron que Barack no era "suficientemente negro" por el hecho de no provenir de esclavos. En realidad, que Obama sea un mulato no tiene mucho qué ver. Nadie dice que Halle Berry no sea suficientemente negra, ni se acuerdan que Lenny Kravitz es mitad judío, como muchos otros casos de artistas, académicos y científicos que han sobresalido por sus cualidades. Sin embargo, todos ellos, de "raza mixta" comparten que por lo menos uno de sus progenitores provenía de esos esclavos traídos de África. Al menos uno de sus padres o sus abuelos habían tenido que sufrir la terrible segregación racial. Pero Barack Obama no. Con una visión que está desprovista de este bagaje, a muchos les parecía que Obama no representaba esa parte de la identidad afroamericana (lo que sí ocurre con su esposa Michelle Robinson).

Bueno, pues una de las primeras voces que desacreditó a Obama fue precisamente Jesse Jackson. No obstante, el viejo político supo que era momento de callar ante la estrella naciente y apoyarla. Después de todo, Barack Obama ha logrado lo que él no pudo en 1984. El problema es que tampoco ha logrado influir en Obama. A diferencia de los otros candidatos a la presidencia, Obama no necesita a Jesse Jackson para tener el voto de los afroamericanos. Lo tiene por sí mismo. Por ello, las relaciones entre ambos son cordiales, pero distantes. El escándalo no puede ser más claro: Jesse Jackson criticó a Obama por "hablar con ellos por encima del hombro" (mi traducción. Literalmente dijo: "talking down to black people") con respecto a los padres ausentes. El padre de Obama lo abandonó como a los 2 años. Jesse Jackson ha abandonado a varios hijos.

El problema, además de ser el del político carismático que no se deja manipular frente al viejo zorro, es generacional. La generación de Obama quiere un nuevo presente y un nuevo futuro. Son hijos abandonados, son padres distintos a sus propios padres. Jesse Jackson representa el pasado, aún más de lo que Hillary Clinton representaba el pasado para los votantes demócratas. Está por demás decir quién tiene la batalla perdida.

viernes, 4 de julio de 2008

John McCain y América Latina

El viaje de John McCain a Colombia y México es un acto inusitado para una campaña presidencial. Normalmente la política exterior, a menos que se trate de un tema como la guerra en Iraq, no es uno de los temas principales. Mucho menos se estila viajar al extranjero, como no sea a una zona en conflicto, o a Inglaterra o Canadá.

Pero Latinoamérica dará de qué hablar. Por un lado, está el libre comercio, específicamente, el acuerdo con Colombia, y el TLCAN, que algunos insisten en que debe revisarse. Recordemos que uno de los “errores” de McCain en las elecciones primarias de enero fue decirles a unos ex empleados de una armadora de coches que los empleos que habían perdido a causa de la globalización no van a volver. Triste, pero cierto.

John McCain favorece los acuerdos de libre comercio, pero para muchos la relación libre comercio/empleos nacionales es un juego de suma-cero. Por lo tanto, al viajar a dos países tan controversiales como el nuestro y como Colombia está tomando el riesgo de ser percibido como alguien que prefiere crear empleos fuera de Estados Unidos. Sin olvidar que México y Colombia son dos aliados de Estado Unidos en la lucha contra el narcotráfico y que se distinguen de sus vecinos en la región por no tener gobiernos de izquierda. Que McCain haya estado en Colombia justo cuando se liberó a Ingrid Betancourt y a tres militares estadounidenses es una coincidencia que hace que se resalte el tema de la seguridad nacional en la relación bilateral. Un plus para McCain.

Por cierto, el tema migratorio estará presente. McCain ha apoyado fuertemente, aún a costa de su popularidad, que haya una reforma que permita el esquema de trabajadores temporales, e incluso una vía a la ciudadanización. Cuota de por medio, exámenes de por medio, no importa. Es una garantía de que tiene sensibilidad ante el asunto y que no cede a presiones de lo que marquen las encuestas.

viernes, 20 de junio de 2008

Obama y el financiamiento público

Según las reglas de la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos, un candidato que acepta fondos públicos (que en este caso, serían $85 millones de dólares), no puede recibir fondos privados. Lo que se hace es que los donantes, que tampoco pueden exceder un límite de $2,300 dls. aproximadamente, si donan al candidato, es que le dan el dinero al partido o a los PACs (political active committee), que son organizaciones independientes que apoyan a un determinado partido o candidato. Al ser "indpendientes" tienen otras reglas y no necesariamente tienen que decir quiénes les han dado el dinero. O cuánto (aquí la gente puede donar millones, si quiere). A esto se le llama "soft money" y en los años anteriores la iniciativa de Feingold y el propio McCain (en 2002) consiguió que por lo menos los partidos no pudieran aceptar dinero de los PACs. Y es que el ciudadano de a pie tiene miedo de que los grandes corporativos o la gente de dinero controle a Washington (muy tarde, pensará usted).

Total, que Barack Obama ha recaudado una cantidad brutal de dinero en donaciones al perfeccionar la máquina de dolaritos que Howard Dean (hoy Presidente del Partido Demócrata) empezó en 2004. Y se dio cuenta que, si para abril de este año había recaudado cerca de $260 millones de dólares, pues $85 no le servirían de nada. El pobre McCain, que ha tenido que convencer a sus colegas de partido, ha recaudado poco menos de $100 millones de dólares, lo cual es rídículo si comparamos que Bush en una sola noche recaudó $25 USD millones con sus amigos petroleros de Texas en 2000.

Claro, Barack Obama no es tonto (y McCain tampoco), si se va por no recibir fondos públicos puede recibir los millones que quiera y no rinde cuentas a la FEC. El problema es que él había criticado públicamente, ya como Senador en Washington, a los políticos que optaban por las recaudaciones privadas, incluso lanzando esas palabras como un reto. Así que optar ahora por hacer algo que él critcó antes puede ser visto como oportunismo, lo pueden tachar de hipócrita y, lo que es una mala palabra, "flip-flop", es decir, una veleta. Para evitar esto, Obama ha dicho que no va a aceptar dinero de grandes corporaciones, millonarios o grupos de interés de los poderosos. El asunto es ver si podrá cumplir esta débil promesa y a ver cómo le responde John McCain. Lo triste, como lo puso el Washington Post, es que desperdició una gran oportunidad para demostrar que no es un político como los de costumbre y echó por tierra -en este punto- la idea del cambio. En inglés hay un dicho: "Put your money where your mouth is", o sea, "pon tu dinero donde está tu boca", para que respaldes con hecho$ tus palabras... pues ya saben por dónde va Barack Obama.

miércoles, 18 de junio de 2008

Completando la fórmula

John McCain y Barack Obama tienen pendiente la búsqueda de un(a)compañero(a) para la fórmula presidencial. Este es un paso que se observa con cuidado. El candidato por lo general nombra a un selecto comité de mucha confianza para que le ayuden a revisar CVs y perfiles de potenciales compañeros(as) de fórmula. La lista se va estrechando hasta que llegan a un puñado de nombres. La idea es fortalecer al candidato y balancear sus debilidades. También, como es costumbre desde 1950, casi todas las fórmulas buscan incluir un candidato del sur y otro del norte. Un senador o representante buscará tener a un gobernador como compañero de fórmula, para añadir experiencia de gobierno. Recordemos que George W. Bush compensó su falta de experiencia en política exterior escogiendo al jefe de su comité de exploración de VP como, precisamente, VP: Dick Cheney.

Bueno, pues mientras John McCain organiza barbecues en su casa invitando a prospectos con perfil de gobernadores (Minnesota, Louisiana, Alaska),Obama busca alguien que conjugue lo mejor de John Edwards y Hillary Clinton (probablemente sin que sea ninguno de estos dos). En un detalle que puede cobrar importancia -pero muy probablemente no- Obama ya tuvo el primer resbalón con la elección de su presidente de este comité, Jim Johnson (del que hablaremos en otra entrega). Algo que sus críticos aprovecharán para tachar como un error de juicio (de lo que presume Obama), que compensará con creces escogiendo a Carolyn Kennedy en este comité. De modo que en los siguientes días examinaremos los perfiles de hombres y mujeres de los dos partidos para conocerlos.

jueves, 12 de junio de 2008

Lo nuevo de las elecciones primarias

Para los "political junkies" las primarias que apenas terminaron en Estados Unidos fueron unas de las más emocionantes en muchos años. Especialmente en el partido demócrata hubo dos candidaturas históricas que llegaron hasta el final con una pequeña diferencia en el número de votos populares y un margen también estrecho, en los votos de los delegados. Hillary Clinton inició una candidatura largamente anunciada y esperada, que para su desgracia, estuvo cargada de errores desde el principio, como por ejemplo, su mala elección de directores de campaña. Barack Obama que se convierte así en el primer candidato afroamericano del partido demócrata a la Presidencia, tiene todavía mucho camino por delante. En el partido republicano, John McCain fue de menos a más para vencer fácilmente a candidatos que parecían consolidados: Rudi Giuliani y Mitt Romney.

Etapa por etapa las encuestas se equivocaron en predecir al favorito. La razón, es que los seres humanos cambian y la presencia de Hillary y Obama era un escenario que no estaba contemplado en los libros. Pero también que hay nuevas herramientas para hacer campaña que aún no se han estudidado bien: los videos por internet, la facilidad para recaudar dinero a través de este medio, la visión de los jóvenes que votan por primera vez, los latinos que también están incrementando su número, más las cuestiones que plantea la candidatura de un afroamericano o una mujer.

Elegir a un candidato blanco, conservador y de origen militar debería parecer sencillo. Pero es muy probable que surjan dudas sobre John McCain también. Es decir, que habrá quien se cuestione su edad, su visión sobre Iraq, si representa un cambio con respecto a los ocho años de Bush al frente de la Casa Blanca, si tiene una buena relación con las bases de su partido, hasta si es suficientemente religioso o no.

En la próxima entrega hablaremos de la cuestión de la elección del compañero(a) de fórmula.

jueves, 5 de junio de 2008

Aclaración

Agradezco todos los comentarios que se han recibido en este blog desde que comenzó el 4 de noviembre del año pasado. Entonces el blog se escribía desde Monterrey, pero a partir de enero, este blog se escribe desde Madrid, España. Como sabrán hay 7 horas de diferencia con México, lo cual es una desventaja porque no se puede hacer un seguimiento en tiempo real de los eventos en Estados Unidos. De modo que para el martes en la noche (tiempo de Madrid), no había anunciado ningún discurso de concesión por parte de Hillary Clinton y esperé hasta las 12 de la noche para ver si decían algo. Matt Frei, corresponsal de la BBC en Washington, afirmó que había hablado con gente del equipo de campaña de Hillary Clinton y que ellos negaban que la candidata estuviera buscando la vicepresidencia.

Si ven los artículos de opinión que pudo hacer gente desde Estados Unidos, después del discurso de Hillary, todos coinciden en que ella no admitió su derrota y apenas ayer por la tarde admitió en una entrevista que sí estaría interesada en la vicepresidencia. La transcripción de su discurso la pueden leer aquí: http://edition.cnn.com/2008/POLITICS/06/03/hillary.clinton.speech/index.html
Sin embargo, si ustedes entran a http://www.hillaryclinton.com verán que no hay ninguna despedida. Se tiene programado un evento el próximo sábado en Nueva York donde se espera que dé por terminada su campaña y que públicamente le dé su apoyo a Barack Obama. Por otro lado, no olvidemos que tanto Barack Obama como John McCain son virtualmente los nominados por su partido, pero que faltan las respectivas convenciones donde se haga oficial. Les podrá parecer que es un trámite sin importancia, pero hasta que no llegue ese momento, y salvo que ella lo decida de otra manera, Hillary Clinton puede seguir buscando superdelegados. Que sea un acto inútil o que dañe a su partido, es otra historia.

Lo importante es que ahora se reconfigurarán los dos partidos, se idearán estrategias y se buscará una fórmula que pueda conseguir la mayor candidad de votos populares, para que se traduzcan en votos electorales (270, mínimo). Así que empezamos una nueva etapa, que sin duda será tan interesante como ésta que termina.

miércoles, 4 de junio de 2008

Punto y seguido

Llegamos al final de las elecciones primarias en Estados Unidos. Los republicanos desde hace tiempo tienen a un candidato, el senador John McCain, mientras que los demócratas todavía se debaten entre Barack Obama y Hillary Clinton. Si bien el número de delegados que estaban en juego ayer en Dakota del Sur y Montana era pequeño, sí fue suficiente para acercar a Obama al número necesario para ser ungido candidato oficial.

En el lado republicano tampoco estuvieron exentos de imprevistos. Más de una vez se dio por terminada la campaña de John McCain y mucha gente decía que Rudi Giuliani ganaría la nominación de su partido sin esfuerzo. Después de todo, es el “Alcalde de Estados Unidos”, ¿no? Pero sus políticas –ahí donde no se puede mentir- han sido demasiado liberales para los republicanos, al igual que las de Mitt Romney, como probó el éxito de Mike Huckabee. Pero al final el futuro nominado es un senador con fama de independiente, con un sólido historial de bipartidismo, que apoya un programa de trabajadores temporales para resolver el problema de la inmigración ilegal y que se aferra a la impopular idea de no salir de Irak todavía.

La rivalidad de Hillary Clinton y Barack Obama acaparó los titulares. La senadora durante años fue la demócrata más carismática y popular y Barack Obama llegó de la nada para arrebatarle la nominación. Según sus allegados, el error fue haber menospreciado la importancia de los caucuses (asambleas partidarias), pensando que éstos seguirían los resultados de las elecciones primarias. Nunca imaginó que seguirían un camino diferente. Tampoco le favoreció el calendario, ya que obtuvo la mayoría de victorias importantes a partir de marzo. Sin embargo, Barack Obama ganó en los caucuses, muchos de los cuales fueron en el Super Martes. Sin olvidar que una particularidad de esta campaña es que Obama sea de raza negra y Hillary una mujer, lo que invalida cualquier caso que se haya estudiado en un libro.

La lección para el Partido Demócrata es que necesita urgentemente una reorganización de sus reglas internas. De acuerdo con TakeLeft, los participantes de los caucuses suman el 3.2% del total de los 33.5 millones de votantes de esta etapa. Es decir, los que votan en una asamblea partidaria tienen un peso desproporcionado frente a los que votan en una primaria. Un número menor elige a una cantidad mayor de delegados. Y eso no es democrático. Además, la forma de distribuir a los delegados de forma proporcional estado por estado hace que la elección sea muy complicada. Las reglas tienen que simplificarse. Si se fijó en las elecciones de los republicanos, todas son elecciones primarias donde la gente va, emite un voto en una boleta y se contabilizan. No hubo problemas para distribuir delegados y los candidatos aceptaron los resultados sin chistar.

Pero no siempre ha sido así. En los últimos días se habla mucho de la elección de 1976. El gobernador Ronald Reagan casi le arrebató la nominación al Presidente Gerald Ford, pero cedió durante la convención. Según los expertos, el escaso apoyo de Reagan a Ford en la elección de noviembre –entre otros factores- ocasionó el triunfo de Carter. Por lo tanto, Obama necesita a Clinton para ganarle a McCain en los sectores donde él no ha podido convencer. Porque si pierde, ella queda reivindicada y lista para ser la mejor opción del partido en 2012, tal como ocurrió con Ronald Reagan en 1980. Ese año su partido supo con certeza que no había otro candidato mejor.