jueves, 5 de junio de 2008

Aclaración

Agradezco todos los comentarios que se han recibido en este blog desde que comenzó el 4 de noviembre del año pasado. Entonces el blog se escribía desde Monterrey, pero a partir de enero, este blog se escribe desde Madrid, España. Como sabrán hay 7 horas de diferencia con México, lo cual es una desventaja porque no se puede hacer un seguimiento en tiempo real de los eventos en Estados Unidos. De modo que para el martes en la noche (tiempo de Madrid), no había anunciado ningún discurso de concesión por parte de Hillary Clinton y esperé hasta las 12 de la noche para ver si decían algo. Matt Frei, corresponsal de la BBC en Washington, afirmó que había hablado con gente del equipo de campaña de Hillary Clinton y que ellos negaban que la candidata estuviera buscando la vicepresidencia.

Si ven los artículos de opinión que pudo hacer gente desde Estados Unidos, después del discurso de Hillary, todos coinciden en que ella no admitió su derrota y apenas ayer por la tarde admitió en una entrevista que sí estaría interesada en la vicepresidencia. La transcripción de su discurso la pueden leer aquí: http://edition.cnn.com/2008/POLITICS/06/03/hillary.clinton.speech/index.html
Sin embargo, si ustedes entran a http://www.hillaryclinton.com verán que no hay ninguna despedida. Se tiene programado un evento el próximo sábado en Nueva York donde se espera que dé por terminada su campaña y que públicamente le dé su apoyo a Barack Obama. Por otro lado, no olvidemos que tanto Barack Obama como John McCain son virtualmente los nominados por su partido, pero que faltan las respectivas convenciones donde se haga oficial. Les podrá parecer que es un trámite sin importancia, pero hasta que no llegue ese momento, y salvo que ella lo decida de otra manera, Hillary Clinton puede seguir buscando superdelegados. Que sea un acto inútil o que dañe a su partido, es otra historia.

Lo importante es que ahora se reconfigurarán los dos partidos, se idearán estrategias y se buscará una fórmula que pueda conseguir la mayor candidad de votos populares, para que se traduzcan en votos electorales (270, mínimo). Así que empezamos una nueva etapa, que sin duda será tan interesante como ésta que termina.

miércoles, 4 de junio de 2008

Punto y seguido

Llegamos al final de las elecciones primarias en Estados Unidos. Los republicanos desde hace tiempo tienen a un candidato, el senador John McCain, mientras que los demócratas todavía se debaten entre Barack Obama y Hillary Clinton. Si bien el número de delegados que estaban en juego ayer en Dakota del Sur y Montana era pequeño, sí fue suficiente para acercar a Obama al número necesario para ser ungido candidato oficial.

En el lado republicano tampoco estuvieron exentos de imprevistos. Más de una vez se dio por terminada la campaña de John McCain y mucha gente decía que Rudi Giuliani ganaría la nominación de su partido sin esfuerzo. Después de todo, es el “Alcalde de Estados Unidos”, ¿no? Pero sus políticas –ahí donde no se puede mentir- han sido demasiado liberales para los republicanos, al igual que las de Mitt Romney, como probó el éxito de Mike Huckabee. Pero al final el futuro nominado es un senador con fama de independiente, con un sólido historial de bipartidismo, que apoya un programa de trabajadores temporales para resolver el problema de la inmigración ilegal y que se aferra a la impopular idea de no salir de Irak todavía.

La rivalidad de Hillary Clinton y Barack Obama acaparó los titulares. La senadora durante años fue la demócrata más carismática y popular y Barack Obama llegó de la nada para arrebatarle la nominación. Según sus allegados, el error fue haber menospreciado la importancia de los caucuses (asambleas partidarias), pensando que éstos seguirían los resultados de las elecciones primarias. Nunca imaginó que seguirían un camino diferente. Tampoco le favoreció el calendario, ya que obtuvo la mayoría de victorias importantes a partir de marzo. Sin embargo, Barack Obama ganó en los caucuses, muchos de los cuales fueron en el Super Martes. Sin olvidar que una particularidad de esta campaña es que Obama sea de raza negra y Hillary una mujer, lo que invalida cualquier caso que se haya estudiado en un libro.

La lección para el Partido Demócrata es que necesita urgentemente una reorganización de sus reglas internas. De acuerdo con TakeLeft, los participantes de los caucuses suman el 3.2% del total de los 33.5 millones de votantes de esta etapa. Es decir, los que votan en una asamblea partidaria tienen un peso desproporcionado frente a los que votan en una primaria. Un número menor elige a una cantidad mayor de delegados. Y eso no es democrático. Además, la forma de distribuir a los delegados de forma proporcional estado por estado hace que la elección sea muy complicada. Las reglas tienen que simplificarse. Si se fijó en las elecciones de los republicanos, todas son elecciones primarias donde la gente va, emite un voto en una boleta y se contabilizan. No hubo problemas para distribuir delegados y los candidatos aceptaron los resultados sin chistar.

Pero no siempre ha sido así. En los últimos días se habla mucho de la elección de 1976. El gobernador Ronald Reagan casi le arrebató la nominación al Presidente Gerald Ford, pero cedió durante la convención. Según los expertos, el escaso apoyo de Reagan a Ford en la elección de noviembre –entre otros factores- ocasionó el triunfo de Carter. Por lo tanto, Obama necesita a Clinton para ganarle a McCain en los sectores donde él no ha podido convencer. Porque si pierde, ella queda reivindicada y lista para ser la mejor opción del partido en 2012, tal como ocurrió con Ronald Reagan en 1980. Ese año su partido supo con certeza que no había otro candidato mejor.

martes, 3 de junio de 2008

La última... ¡y no nos vamos!

Hoy son las elecciones primarias en Dakota del Sur y Montana. Están precedidas por la reunión del comité demócrata el sábado pasado, donde decidieron que Michigan y Florida sólo podrán sentar al 50% de sus delegados en la convención nacional de Denver. En esta sesión decidieron dividir los votos entre Barack Obama y Hillary Clinton, dado que en el caso de Michigan hubo un 40% de votantes que dieron un voto en blanco (Barack Obama y John Edwards decidieron retirar su nombre de las boletas, no así Hillary Clinton, pero la gente votó por "no decidido"). Es una decisión controversial ya que, si hubieran tomado esa decisión cuando había más candidatos en la contienda, no me consta que lo hubieran decidido así.

Uno de los apoyos más fuertes que tiene Obama es del de Tom Daschle, ex líder de la mayoría demócrata del Senado por Dakota del Sur. La importancia de Daschle es que ha hecho su carrera representando los intereses de los sindicatos, que es un sector que no ha favorecido a Obama hasta ahora. Hay quien dice que Obama podría ponerlo como su vicepresidente, ya que tiene experiencia y vínculos con el sector de la clase trabajadora, además de conocer bien ese sistema de Washington que Obama critica (pero que es crucial para poder gobernar, como bien sabe Jimmy Carter). Sin embargo, la composición de Dakota del Sur (un total de 23 delegados) favorece a Hillary.

El otro estado que vota hoy es Montana (24 delegados en total) y es probable que aquí gane Barack Obama. Algunas encuestas le dan más de 10 puntos de ventaja sobre Hillary Clinton, pero tampoco deberíamos sorprendernos si la ventaja es menor, ya que hay una gran parte del estado que también corresponde al perfil de votantes de la Senadora.

Sin embargo, son los dos últimos estados. Barack Obama podría llegar al número mágico que le asegure la nominación del partido demócrata. Pero, aunque ha habido rumores de que Hillary Clinton capitularía hoy, lo cierto es que es muy probable que la contienda se vaya hasta finales de agosto, a la mismísima Convención Nacional Demócrata en Denver. Pero es probable que, temiendo por la unidad del partido, los superdelegados se declaren públicamente por Obama para obligar a Clinton a desistir.

¿Y Hillary Clinton no desiste y se lanza como independiente? Entonces sí tendremos otra elección como la de 1913 y John McCain será el próximo presidente.