viernes, 21 de marzo de 2008

La cara positiva de la moneda

Por supuesto, están los que opinan que el discurso de Barack Obama sobre la raza debe estar al lado de "I Have a Dream", del Dr. Martin Luther King, Jr. y los de John F. Kennedy (no se diga los de Abraham Lincoln). Sus puntos son:
1. Que ya era hora de que alguien encabezara la reconciliación nacional y pidiera pasar la página, a través de una profunda reflexión de los daños causados de forma mutua. Los negros, por la esclavitud y la segregación racial, por la igualdad que no acaba de materializarse. Los blancos, por la culpa, reconocer que siguen siendo racistas, que la integración ha sido más difícil que se pensó en un principio. Pero pocos se atreven a decirlo en público y en voz alta, como hizo Obama.
2. El discurso deja ver lo importante que ha sido la década de 1960 para Estados Unidos, a grado tal, que hay quienes siguen viviendo en el pasado. Uno de ellos, el Reverendo Wright. Con eso excusó las palabras de su reverendo.
3. Obama mismo perdonó a su pastor por las palabras incendiarias que lo condenan. Reconoció que, pese a sus fallas, Wright le ayudó a encontrar un centro moral en su vida y ha sido su guía. Dejarlo ahora por no perder votantes, por seguir adelante con su carrera política sería ingrato. Así que decidió estar con su pastor en las malas.

jueves, 20 de marzo de 2008

¿Se terminó la buena racha para Obama?

Depende. El discurso no hizo más que marcar las divisiones que ya estaban. Aunque el discurso estuvo bien hecho y hay puntos en los que es imposible disentir con Barack Obama, hubo algunos "detalles" que están causándole daño. Veamos:
1. Barack Obama ha estado yendo durante 20 años a la iglesia del Reverendo Wright. En algún momento en el púlpito, o en alguna discusión fuera de la iglesia, Wright debió haber hecho alguno de sus famosos comentarios -quizás más light- a Obama. Este se disculpa diciendo que nunca los escuchó, pero vamos, ¿a poco cuando el párroco, rabino, o pastor de su iglesia dice algo controversial no le llega el chisme? y por supuesto que va el próximo domingo a ver si dice algo más (o deja de ir a ese templo, cosa que no hizo Obama).
2. Lo que lleva a este punto: Obama dijo que no podía distanciarse de alguien a quien consideraba como parte de su familia. Hay gente que esperaba que se distanciara en ese discurso, con lo que se quedan con la duda acerca del patriotismo de Barack Obama.
3. Y esto conlleva al famoso comentario de Michelle Obama, de que por primera vez en su vida adulta se sentía orgullosa de su país. Yo dije que los republicanos usarían eso para atacarlos si él quedaba nominado por su partido, pero parece que ahora los mismos demócratas lo están haciendo. Incluso ha salido a colación el tema de que Obama solía usar un pin con la bandera americana, pero que después del 9/11 le pareció ridículo, porque el patriotismo no se mostraba de esa manera. Sin embargo, en el discurso de Filadelfia estuvo flanqueado por 8 banderas. ¿Tanto daño hace un pin? Es decir, que para muchos es un hipócrita, pero para otros un arrogante que cree que su patriotismo es mejor que el del "redneck" que se viste de pies a cabeza con la bandera. A los que no somos americanos, esto nos parece una discusión ridícula, pero créanme que para un americano es una discusión bastante seria.
4. No sé la abuela de Barack Obama, pero Geraldine Ferraro está indignada de que sus comentarios -bastante ligeros, por cierto- sobre cómo Obama estaba usando la cuestión racial a su favor hayan sido comparados con los comentarios de "Dios maldiga a los Estados Unidos" o "U.S. KKK of A." del Reverendo Wright.
5. Estos detallitos han hecho que Hillary Clinton alcance a Barack Obama en las encuestas a nivel nacional. Porque hay quien piensa que los republicanos van a hacer pedacitos a Obama, pero también que después de esto, no saben "where he stands", o sea, no tienen idea de dónde está parado Obama, ni quién es y, peor aún, si es sincero.

martes, 18 de marzo de 2008

El discurso racial de Obama

Barack Obama dio un discurso para tratar el tema racial. Finalmente, después de que el tema saliera pocos días antes de la elección primaria en Carolina del Sur (enero), mismo que facilitó que los afro-americanos se pasaran completamente de su lado y dejaran en el pasado la deuda moral con Bill y Hillary Clinton. Tras muchos intentos, por parte de comentaristas, académicos, políticos y reverendos en general -incluyendo a Geraldine Ferraro, ex candidata a vicepresidenta en 1984 con Walter Mondale-, fueron los comentarios de su propio pastor, Wright, los que lo hicieron reaccionar porque puso su candidatura en riesgo. No obstante, Obama lo hizo con este discurso que pretende pasar a la historia al lado de los de John F. Kennedy o Martin Luther King, Jr. (Para leer el discurso sobre raza de Barack Obama, en inglés: http://www.barackobama.com/index.php#, o verlo: http://www.youtube.com/watch?v=pWe7wTVbLUU)

Barack Obama continuó en su línea de unidad, distanciándose de su pastor en la idea de exigir una revancha a los blancos y de competir con los cafés (browns), que serían los latinos. Ésta es una división que existe y que está conformando las calles y los barrios de Estados Unidos, para bien o para mal. Con esto, fracasa en la idea de actuar como si la cuestión racial no importara. En este sentido, la realidad le pegó en la cara y lo obligó a enfrentarla, no tanto porque quisiera tomar al toro por los cuernos, sino porque los comentarios de su pastor ponen en riesgo su candidatura y tenía que desmarcarse sí o sí.

A pesar de que el discurso pinta el panorama lo más actual posible en relación a las competencias raciales, discurre prácticamente en la división negro-blanco. De vez en cuando es como si dijera: ¡ah! también competimos con los hispanos, y deja casi sin mencionar a los asiáticos y a los indígenas. Eso, porque su discurso está dirigido a los blancos y a los negros, principalmente, tratando de quedar bien con ambos y de "ir más allá" de las ofensas y los resentimientos. Pero no cambia el hecho de que muchos afro-americanos votan por él sólo porque es de su mismo color de piel y que gente como Jesse Jackson ha hecho toda una carrera política -y una fortuna- a base de victimizar la experiencia afro-americana. Llamarlos a ponerse a competir por el Sueño Americano, en las condiciones en que lo hacen los inmigrantes hispanos o indios, que no usan el pasado ni la victimización hubiera sido realmente ir más allá. Honestamente, no creo que Obama logre más votantes de los que ya tiene, pero tal vez algunos menos.