viernes, 25 de abril de 2008

¿Por qué ganó Hillary Clinton en Pennsylvania?

Pennsylvania era un estado difícil para Barack Obama. Aún así, logró ir disminuyendo el margen de ventaja que le llevaba su contrincante. Sin embargo, a pesar de que gastó mucho más que ella en publicidad, no logró vencerla. Eso sí, al haber reducido la ventaja a 9%, impidió que ella tuviera un margen mayor que le diera más peso al argumento de su causa. Barack Obama sigue siendo líder en el conteo de votos populares, delegados y superdelegados.

Pero hay datos interesantes aquí que vale la pena analizar: una es la cuestión racial. Otra es que Hillary Clinton no ha perdido la base de votantes que ha tenido hasta ahora (gente de 60 años en adelante, clase obrera, clase media, hispanos y ahora católicos). La tercera es la cuestión de la "elegibilidad" o "electabilidad" de Obama, que fue la cuña que el bando Clinton logró meter en la mente del electorado.

Digan lo que digan, el tema racial es importante. No tanto si Barack Obama es negro, afroamericano, o como se le quiera llamar. Lo que está en juego es el resentimiento de los negros hacia los blancos (y viceversa). O, dicho de otra manera, la animadversión y la desconfianza que hay entre estos grupos. El problema no es Barack, puesto que no tiene esa actitud confrontativa que propicia rechazo entre los blancos, sino gente como el Reverendo Wright. Lo que le pega a Barack es su asociación con este tipo de personas. Aunque lo que hay de fondo es la falta de un diálogo entre las partes.

Algo interesante es que se han sostenido los bandos que apoyan a cada uno de los candidatos. Pero aquí es donde está el premio gordo. Hay más gente con el perfil de votantes que apoya a Hillary Clinton que el que apoya a Barack Obama. Aunque esto sea un argumento de peso para pedir que unan sus candidaturas, eso es algo que por ahora se antoja improbable, ¿para qué conformarse con ser el número 2 si puedes ser el número 1? De modo que, cuando se escoja la fórmula que competirá por al presidencia, se tiene que tomar en cuenta esto. Ni Hillary ha sido capaz de quitarle votantes a Barack, ni él a ella. Y ya estamos en una etapa en la que alguien debería ceder.

En este punto, no podemos dejar de notar que en Estados Unidos hay más votantes con un perfil similar a los simpatizantes de Hillary Clinton, que los de Barack Obama. Además de la amenaza de los que dicen que si queda Hillary votarán por McCain y de los que dicen que si queda Obama o se abstienen o se van con McCain, lo cierto es que parece ser que se perderían más votos si se va Hillary que si se va Barack. Por supuesto, es un argumento muy discutible, pero hay algo de verdad en ello. El tema de la electabilidad de Obama se reforzó en Pennsylvania, no sólo por las siete semanas entre las primarias de Texas y Ohio que siguieron posicionándolo como favorito y que, por ello, le tocó enfrentar el escrutinio y las críticas de la prensa, algo que Hillary hace mejor que Obama. Lo otro es que Hillary Clinton ha ganado las primarias en siete de los ocho estados más poblados de Estados Unidos, que ha obtenido una victoria en tres estados "swing". Pensando en las elecciones de noviembre, es posible que si queda Barack Obama, estos estados se los lleve McCain, con sus respectivos votos electorales (que son muchos). El "Bittergate", las reacciones de Barack Obama en las combativas ruedas de prensa, el desempeño en el debate del 16 de abril, son pequeños detalles, pero aquí todo cuenta. La importancia de Pennsylvania es que es un microcosmos de lo qu es el país en su totalidad, de ahí que, el argumento Hillary sobre su electabilidad se haya reforzado, mientras que el de Barack, a pesar de tener el liderazgo en el conteo de delegados, se haya debilitado. Quedan más estados y delegados por convencer...

martes, 22 de abril de 2008

Pennsylvania: un estado decisivo

Hoy es un día en que se ponen a prueba las candidaturas de Barack Obama y Hillary Clinton. Los especialistas no dudan en señalar que es Hillary quien tiene que probar, con una contundente victoria en este estado, que es la mejor candidata, para que así los superdelegados comiencen a fluir hacia su lado.

En las últimas semanas, Barack Obama ha sufrido un mayor escrutinio de la prensa, además de controversias sobre su patriotismo, su religión y su asociación con personajes de la comunidad afroamericana que tiene una visión más confrontativa de la relación entre blancos y negros, poniendo en entredicho el mensaje conciliador de Obama. Por otro lado, el mismo Obama se creó un problema al hablar en un tono condescendiente (pero despectivo) de los pobladores de las áreas rurales de Pennsylvania.

Sin embargo, quien enfrenta una situación más difícil es Hillary Clinton. Ella enfrenta problemas financieros, llamadas de varios colegas que le piden que abandone la contienda, superdelegados que se van del lado de Obama y los ánimos entre sus simpatizantes que tienden a apagarse.

Lo ideal es que uno de los dos ganara contundentemente en Pennsylvania, obteniendo votos y 188 delegados. Si Hillary obtuviera todos los votos, tendría 1667 delegados contra los 1636 de Obama, con lo cual la competencia estaría lejos de terminar y tendríamos que esperar a los resultados de Carolina del Norte (134), Indiana (84) que son los más próximos, pero no los últimos. Si ganara Obama, a Clinton le sería difícil sostener su argumento de que ella ha ganado en los estados más grandes: con mayores votos populares, que en las elecciones de noviembre implican votos del Colegio Electoral (que son los que realmente cuentan, no hay que olvidarlo). Si el triunfo de Obama es por un amplio margen, entonces Hillary debe considerar dejar de competir.

Barack Obama necesita ganar aquí, con cualquier tipo de margen porque es el frontrunner, mientras que Hillary necestia una victoria abrumadora, de más de 10 puntos porcentuales que hoy no se lo dan las encuestas (mismas que han fallado repetidamente en esta elección). Pero veremos qué decide la gente de Pennsylvania.