lunes, 20 de octubre de 2008

El apoyo de Colin Powell

El domingo pasado el general Colin Powell expresó su apoyo a la candidatura de Obama, sacudiendo la campaña de John McCain y provocando que más gente se decante por el senador por Illinois.

La decisión de Powell no debió ser fácil. Seguramente había estado recibiendo presiones de parte de ambos bandos para que se declarara públicamente por su candidato. Después de todo, Colin Powell tiene una reputación de moderado que le precede. Es el héroe de la primera Guerra del Golfo y un soldado a toda prueba que siguió a su jefe a la segunda Guerra del Golfo, aún sabiendo que no había ADM, como intentó convencer al Consejo de Seguridad de la ONU.

Era bien conocido que Powell no respaldaba la intervención en Iraq, por lo que cometió el error de no haber renunciado al gabinete de George W. Bush en 2003. Sin embargo, decidió quedarse hasta el final del primer período para no dañar la causa de su Comandante en Jefe, aunque su reputación sí se vio afectada. Esta vez, Powell no cometió el mismo error. Quien pudiera haber sido un excelente vicepresidente (de cualquier presidente, republicano o demócrata), expresó preocupaciones que finalmente salen a la luz pública, pero que por meses han estado circulando sotto voce en Washington: John McCain se ha rodeado por los asesores neoconservadores de George W. Bush y su política exterior no sería muy diferente de la de Bush. Y aquí es donde vale la pena recordar que Powell luchó infructuosamente contra estos halcones desde el Departamento de Estado y perdió la batalla. Pero también es este sector neoconservador el que está moviendo al partido republicano más a la derecha en todo tipo de asuntos: desde la inclusión de los evangélicos hasta la selección de Sarah Palin como VP de McCain.

Dudo que la cuestión racial haya sido el factor predominante en la decisión de Powell. En sus palabras se advierte un cierto tono de decepción y hartazgo que empieza a ser común en los republicanos moderados. Powell no es el único, pero sí uno de los más destacados que se pasan al lado de Obama, intentando salvar su propia imagen y legado al mismo tiempo. Queriéndolo o no, las razones que aduce para apoyar a Obama dicen más de McCain (negativamente) que del mismo Obama. Las declaraciones de Powell sobre el conservadurismo de McCain establecen un vínculo innegable entre éste y Bush, por lo que para muchos, Powell llegó con la pala listo para enterrar la campaña de McCain.

Powell podría haberse quedado callado. Después de todo, faltan poco para el 4 de noviembre. Pero decidió salir a la luz pública para limpiar su legado, saldar cuentas con los republicanos y la Administración Bush y, ¿por qué no? enviar una velada solicitud de empleo a una Administración Obama que ve en el futuro (¿podría, una vez más, crear una estrategia para salir de una guerra en Iraq?). Aunque no lo parezca, en Washington no existe eso del "free lunch".

3 comentarios:

Tania dijo...

quería saber tu opinión... yo creo que la gente no hace la lectura tan profunda que haces tu, sino que se van por el tema de raza + nacionalismo de soldado, no?
btw, qué es eso de _free lunch_ ??

Boricua dijo...

que no hay nada gratis en esta vida..en este caso que esta dando su apoyo pero espera algo a cambio..

Anónimo dijo...

el americano promedio, definitivamente no hace la lectura profunda, pero creo que los que están en el asunto ya sabían o se estan dando cuenta de que de los dos candidatos no se hace uno, pero hay que ver por el menos malo...