jueves, 6 de marzo de 2008

John McCain

John McCain ha quedado como virtual nominado por el parido republicano para contender a la Presidencia de Estados Unidos. En su caso, no queda duda que ha sido su trayectoria de independiente, de tendedor de puentes, de bipartidista, lo que lo hizo remontar una derrota que parecía inevitable antes de comenzar las elecciones primarias.
Pero fue precisamente esta trayectoria, su solidez de ideas y su consistencia lo que lo hizo prevalecer entre sus rivales. Es decir, ante los cambios de postura (where do you stand on certain issue?) tan drásticos y tan recientes que efectuaron Mitt Romney y Rudy Giuliani para ganarse al electorado republicano, pero que no pudieron explicar coherentemente, contrastaba fuertemente la firmeza de McCain.

Esto también le da puntos en cuanto a defender sus ideas, por impopulares que parezcan dentro y fuera de su partido, porque lo que genera es confianza. Se podría decir que McCain trae detrás la sombra de Dwight Eisenhower (y eso le va a conseguir votos de republicanos y demócratas): la de un militar leal, de principios, que antepone los intereses de la nación a los propios (diga lo que diga el New York Times). Por otro lado, aunque Mike Huckabee demostró que es posible hacer una campaña con escasos recursos, pero apoyado en una sólida base de simpatizantes y un grupo interno que son los evangélicos, sus ideas en cuanto a la política exterior y la economía carecían de sustento. Además, eso lo hacía acercarse a los evangélicos que casi han secuestrado la plataforma del partido republicano en los últimos años. Y no podemos olvidar que hay otros sectores del partido que quedaron relegados por Bush y Cheney que buscan una postura más moderada.

Falta ver ahora cómo negociará John McCain al interior de su partido la elección de un vicepresidente para la fórmula presidencial. Tiene que escoger alguien que en cierto modo compense, o complemente, sus carencias. Puede elegir a alguien que sea del Norte –aunque la última dupla sureña, Clinton y Gore, trascendió la geografía partidista-, más joven, quizás un poco más religioso que él, pero no tanto como Bush. Tiene que moverse al centro de la ideología del partido republicano, para compensar que él es un republicano moderado y para distanciarse de Bush y Cheney. Ya que del lado demócrata quedará alguien de una minoría, puede escoger a una mujer, o a un hispano (y con eso va a minar la base latina que se ha estado aglutinando del lado demócrata) para “dar batalla en ese frente”.

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