martes, 15 de abril de 2008

El desliz de Barack Obama

Dicen que "el pez por la boca muere" y esto puede aplicarse al caso de Obama, aunque queda por ver el daño que causará a su carrera por la Casa Blanca las declaraciones que hiciera el fin de semana en San Francisco a un grupo de donantes en privado. El 6 de abril, Obama estaba reunido con este grupo de gente, explicándoles por qué le era tan difícil conseguir simpatizantes en Pennsylvania (obvio, sí tiene gente, pero no lleva la delantera). Y lo que todos los medios están reproduciendo es la siguiente frase: “It’s not surprising that they get bitter, they cling to guns or religion or antipathy to people who aren’t like them or anti-immigrant sentiment or anti-trade sentiment. . . .” Es decir: "No es sorprendente que se pongan tan amargados, se aferran a las armas o a la religión o a la antipatía a gente que no son como ellos o a los sentimientos anti-inmigrantes o sentimientos anti-[libre] comercio". ¿Se puede entender que un candidato que ha hecho su campaña en base a su "retórica de oro" cometa semajante desliz? No. Y ése es el problema para Obama.

¡Ups! El problema es que lo haya dicho en una reunión privada (off-the-record), donde se supone que es más auténtico. Muestra entonces que Obama es tan de doble cara como los políticos que él critica. En los mítines es un populista (aunque es curioso que utilice lenguaje elevado) que en privado da discursos elitistas. Otra vez, esto es un elemento que puede contribuir a que los que hoy votan por Hillary decidan irse al lado de John McCain si ella no queda elegida. Porque Obama se está posicionando como muy liberal, esto desde la perspectiva del votante promedio de las pequeñas ciudades. Por eso no ha podido quitarle a Hillary Clinton los votos del trabajador de cuello azul, ni los votantes de 65 años para arriba. Como dice E. J. Dionne, Jr., del Washington Post en "Loose Lips and Democratic Ships", se trata de gente que cuando piensa en términos económicos, vota por los demócratas, pero que cuando votan basados en cuestiones sociales (crimen, raza, valores), vota por los republicanos. Y esto los acerca más a John McCain que a cualquiera de los demócratas en campaña.

Como escribiera The Economist en noviembre o diciembre pasado: en esta campaña lo único que puede evitar que los demócratas lleguen a la Casa Blanca son los demócratas mismos. Y eso es, ni más ni menos, lo que estamos viendo ahora.

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