martes, 3 de junio de 2008

La última... ¡y no nos vamos!

Hoy son las elecciones primarias en Dakota del Sur y Montana. Están precedidas por la reunión del comité demócrata el sábado pasado, donde decidieron que Michigan y Florida sólo podrán sentar al 50% de sus delegados en la convención nacional de Denver. En esta sesión decidieron dividir los votos entre Barack Obama y Hillary Clinton, dado que en el caso de Michigan hubo un 40% de votantes que dieron un voto en blanco (Barack Obama y John Edwards decidieron retirar su nombre de las boletas, no así Hillary Clinton, pero la gente votó por "no decidido"). Es una decisión controversial ya que, si hubieran tomado esa decisión cuando había más candidatos en la contienda, no me consta que lo hubieran decidido así.

Uno de los apoyos más fuertes que tiene Obama es del de Tom Daschle, ex líder de la mayoría demócrata del Senado por Dakota del Sur. La importancia de Daschle es que ha hecho su carrera representando los intereses de los sindicatos, que es un sector que no ha favorecido a Obama hasta ahora. Hay quien dice que Obama podría ponerlo como su vicepresidente, ya que tiene experiencia y vínculos con el sector de la clase trabajadora, además de conocer bien ese sistema de Washington que Obama critica (pero que es crucial para poder gobernar, como bien sabe Jimmy Carter). Sin embargo, la composición de Dakota del Sur (un total de 23 delegados) favorece a Hillary.

El otro estado que vota hoy es Montana (24 delegados en total) y es probable que aquí gane Barack Obama. Algunas encuestas le dan más de 10 puntos de ventaja sobre Hillary Clinton, pero tampoco deberíamos sorprendernos si la ventaja es menor, ya que hay una gran parte del estado que también corresponde al perfil de votantes de la Senadora.

Sin embargo, son los dos últimos estados. Barack Obama podría llegar al número mágico que le asegure la nominación del partido demócrata. Pero, aunque ha habido rumores de que Hillary Clinton capitularía hoy, lo cierto es que es muy probable que la contienda se vaya hasta finales de agosto, a la mismísima Convención Nacional Demócrata en Denver. Pero es probable que, temiendo por la unidad del partido, los superdelegados se declaren públicamente por Obama para obligar a Clinton a desistir.

¿Y Hillary Clinton no desiste y se lanza como independiente? Entonces sí tendremos otra elección como la de 1913 y John McCain será el próximo presidente.

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