lunes, 3 de noviembre de 2008

Los indecisos

La mayoría de la gente sabe por quién va a votar SEMANAS antes de los comicios. Sin embargo, se queda por ahí un porcentaje aproximadamente del 10 al 15% de indecisos. En las elecciones primarias demócratas, eran los que en el último momento votaron por Hillary Clinton. Este año, cuando se espera que cerca de 130 millones de personas voten mañana (o que hayan votado anticipadamente), los indecisos pueden inclinar la balanza hacia cualquier lado en Carolina del Norte (15 votos electorales), Ohio (20), Missouri (11), Colorado (9), Nevada (5), Indiana (11), Pennsylvania (21), Virginia (13) y Florida (27). Todos éstos son estados donde ganó Bush en 2004, pero que ahora se dividen (prácticamente) entre John McCain y Barack Obama.

Entre los indecisos suelen estar muchos que están registrados como "independientes" y que, en muchos casos, desconfían de ambos extremos del espectro político. Así que puede que vean a John McCain como muy de derecha y/o a Obama como muy liberal. Si son partidarios del gobierno al mínimo, votarán por McCain. Especialmente porque el tema de la redistribución de riqueza que se dice que propone Obama le pone los pelos de punta a este grupo de personas. Pero la mayoría puede que se incline por Obama, sólo porque se ha mostrado más sereno e inteligente que McCain, por lo menos en lo que a la elección de VP respecta.

Claro, está el "Efecto Bradley", con encuestas que le dan un margen de ventaja a Obama de hasta el 13%, pero precisamente por eso no podemos olvidar que las encuestas se equivocaron hasta el cansancio en las elecciones primarias de los dos partidos. Pero más bien veremos un "Efecto Obama". La cantidad de gente en los mítines de Obama sobrepasa con creces los asistentes a los eventos de McCain y Palin (y estoy dejando fuera los town halls). Lo cierto es que en los próximos días podremos sacar conclusiones interesantes de una campaña que añade nuevos elementos: un candidato a presidente afroamericano, una candidata a vicepresidente republicana, el internet, cerca de 10 millones de nuevos votantes y muchos de ellos muy jóvenes, una polarización en aumento.

Y, no podemos olvidar que más dinero para gastar no se traduce en una victoria (Kerry recaudó más que Bush en 2004). Además, no necesariamente el candidato que obtiene más votos populares consigue los famosos 270 votos en el Colegio Electoral. Y, en este sentido, el margen de victoria, en número de votos puede ser ridículamente pequeño.

De modo que, lo único seguro es que mañana se rompan récords de votación en Estados Unidos. La gente siente que su voto es crucial para que gane su candidato, así que saldrá a votar. La cosa es que mañana es un día laboral, habrá largas filas y esperamos que no escaseen las boletas, que funcionen bien todos los mecanismos de votación y que la jornada transcurra tranquilamente.

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